PHOENIX

viernes, 19 de octubre de 2012

CAPITULO 3O


Aquel día no salí de mi cuarto. Pero Mac me llamó para decirme que aquella noche saldrían todos los chicos y las chicas por la noche. Era la primera vez que saldríamos todos juntos, y no iba a perdérmelo por que fuera Jay.

Quedamos en casa de los chicos, todos estaban guapísimos, con sus pantalones apretaditos, sus chupas de cuero, sus “camisetas sexys” como yo las llamaba, y por supuesto por ser ellos simplemente. Y la verdad es que aquella noche Jay iba especialmente guapo. Sentía como una dualidad de sentimientos. Por un lado le odiaba, por ser un capullo integral, pero por otro lado no podía dejar de sentir todo aquello por él.
Mac iba muy guapa, bueno como siempre. Y yo, yo ya había tenido suficiente la noche anterior. Me puse una falda negra de cuero y una camiseta con un hombro al descubierto de color gris. No quería ir muy arreglada. No estaba de humor.

Estábamos saliendo por la puerta para ir hasta los taxis. Yo intenté evitarlo pero no pude. Nos tocó a Jay y a mí en el último taxi, solos. No hablé para no provocar ninguna pelea, pero él si que habló.

-Esta noche verás a qué me refiero.

No contesté. Pero si que no dejé de darle vueltas intentando adivinar lo que quería decir con aquello. Intenté no darle más importancia, pero me resultaba imposible.

Entramos en el club, no recuerdo el nombre por que iba tan inmersa en mis pensamientos que ni pregunté, ni miré a ver cómo se llamaba.

Aquella noche no iba a emborracharme, quería estar sobria, quería pasármelo bien con los chicos. Era nuestra primera noche juntos y quería acordarme de todo.

La noche fue pasando, solo bebí un par de cervezas o tres, por lo que estaba bien. Bailé mucho con Max y con Tom, recuerdo que Kelsey no paraba de reírse cuando bailaba con Tom, no sé por qué… Estuve haciendo el tonto con Siva y con Nareesha haciendo imitaciones y poniendo caras y voces raras. Mac y Nathan estuvieron bailando y hablando pero algo más distanciados. Y Jay… no veía a Jay desde que entramos en el pub.

De repente vino Nathan y se puso justo enfrente mía, y después se sentó en mis rodillas. Yo no podía ver a Jay, y lo estaba buscando, pero él no me dejaba.

+ ¿Sabes dónde está Jay? Quiero hablar con él, a ver si ahora quiere hablar conmigo.

-Ele, no busques a Jay.

+ ¡Ay quita de en medio Nath, que quiero hablar con él, no sé qué tiene de malo!- le dije quitándolo de encima de mí y levantándome de aquel sofá.

No podía estar viendo aquello. No. Mis ojos no querían creérselo. El corazón me iba a estallar. Sin moverme, mi cara se llenaba de lágrimas. Ahí estaba él, con una chica.

Me vio. Sé que me vio, por que vino hacia mi justo en ese momento. Yo seguía sin moverme.

-Julie, quiero presentarte a una muy buena amiga mía. Elena es amiga mía desde que vino a Londres. Y es una amiga maravillosa.- no paraba de repetir aquella maldita palabra, como para que me quedara bastante claro lo que era para él.

+Encantada Julie, yo soy Elena.- dije entre lágrimas como pude.

-Encantada de conocerte Elena.- dijo aquella chica guapísima, alta, esbelta, y preciosa.

Entonces él me miró fijamente a los ojos.

-Esto es exactamente a lo que me refería- me dijo al oído.

La besó. No fue un beso cualquiera. No fue un piquito en los labios, no. Tenía pasión y muchas ganas. Yo me quedé paralizada unos segundos, todos habían visto aquello, en especial Nathan y Mac.

Yo no tenía por qué aguantar aquello. No tenía por qué quedarme ahí viendo aquello que no quiero ni recordar, así que salí corriendo de allí. Nathan vino detrás de mi, intenté correr más que él pero me alcanzó. 
Y cuando lo hizo, me abrazó. Yo rompí a llorar como una niña pequeña en sus brazos.

Mientras tanto en el bar, Mac se fue directa para Jay y le empujó.

+ ¡Pero qué haces Mac!- gritó Jay.

-¡No, qué haces tú Jay! ¿Crees que esto era necesario? Espero que ya tengas lo que querías…- se fue a buscarme, bueno, todos fueron a buscarme.

Al final acabamos todos en la calle, donde Nathan me había parado, incluido Jay, que seguía la discusión con Mac.

+ ¿Qué si era necesario? Pregúntaselo a ella, que es la que no se sabe de qué va.- seguía gritando Jay.

-¡Cuando nos digas qué coño ha hecho tan grave como para que le hagas esto en toda la cara pues entonces te daremos la razón!

+No quiero escucharlo, me da exactamente igual Mac.- dije entre los brazos de Nathan.

-Pues ya sabes lo que se siente cuando besan al que no es el indicado.- dijo Jay , dio media vuelta y se fue.

+Voy a acompañarle, no quiero que le pase nada.- dijo Siva- Elena, ¿estás bien?

-Perfectamente Siva.

+Puede que no sea el momento pero… ¿qué ha pasado aquí?- dijo Tom intrigado por que no sabía qué pasaba.

-Nada Tom. Todo está bien, créeme.- le dije.

Entonces un impulso me hizo salir corriendo hacia donde estaba Jay.

+ ¡Jay, Jay, para!- grité mientras intentaba alcanzarle.

Jay paró, y le dijo a Siva que nos dejara hablar un momento.

-Que te pasa ahora…

+Es por que me besé con Alex ¿verdad?- le dije entre fuertes respiraciones.

-Chica lista, lo coges todo.- dijo con sarcasmo.

+Pero ¿cómo sabes tú eso?- dije extrañada.

-Te vi. Por cierto, buen provecho.- siguió andando.

+ ¡Jay, espera!- le agarré del brazo para pararle.-   no es lo que piensas.

-Pensaba que eras más inteligente y que no ibas a volver con aquel capullo, por eso estaba así contigo.- me dijo mirándome directamente a los ojos. Pero yo no veía sinceridad del todo en su mirada. Veía rabia, tristeza, incluso dolor.

+ ¿Pero qué dices? Jay, él me estaba pidiendo que volviera con él, y yo le dije que no. No dejaba de insistir, pero yo seguía en mis trece. Me besó, sí. Pero enseguida me lo quité de encima, le pegué y le dije que no volviera a acercarse a mi.

-¿En serio?

+Si. Yo ya no siento absolutamente nada por él. No estaba enamorada de él. Yo a quien verdaderamente 
quiero es a…

-¿A quién?

+No importa.- no tuve valor para decírselo. Todavía tenía aquella imagen en la mente. Dolía mucho.- 
Podemos volver a casa por favor.- le cogí la mano y caminé hasta los demás.

-¡Elena!- me paró.

+Dime.

-¿Puedes perdonarme?, he sido un completo capullo, debí habértelo dicho desde un primer momento… no quería hacerte llorar.

+Siempre te voy a perdonar Jay, te quiero.

Aquel te quiero creo que fue el más sincero que le había dicho a nadie en mi vida.

-Y yo pequeña.- me abrazó.

Sentir cómo me rodeaba me hacía sentir rara de nuevo. Quería que me abrazara, pero no como una amiga más.

Me acompañó a casa, incluso entró a mi habitación, estuvimos hablando de muchas cosas, resolvimos aquel malentendido, y le estuve contando cosas sobre París.

-Elena.

+Dime Jay.

-No sé si es lo más correcto, pero voy un poco, bueno estoy bastante borracho…

+Miedo me das.

-A ver, somos amigos ¿verdad?

+Sí.- cada vez que decía aquello me mataba.

-Bueno amigos ¿no?- rematada.

+Si… ¿Qué quieres decirme?

-Verás, creo que deberías de darme una oportunidad, solamente por una noche, y mañana, hacer como si no hubiera pasado nada.

+ ¿A qué te refieres?

Entonces se tiró encima de mí.

-Llevo mucho tiempo queriendo hacer esto.- me dijo cerca de mi boca mirándome fijamente.

Me besó. Fue breve pero intenso. No me podía creer aquello.

-Déjate llevar por una noche Elena. Mañana no habrá pasado nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario