PHOENIX

jueves, 18 de octubre de 2012

CAPITULO 29

No quería seguir pensando en Jay, aunque era evidentemente irremediable. Por lo que pensé en mi muy mejor amigo, el alcohol. Causa y solución de todos mis problemas.

Tres chupitos de tequila, y un viaje en taxi y ya estábamos en mi habitación. Comiéndonos a besos.

Estaba haciendo justo lo que yo quería ¿no?

Eso daba igual, yo estaba decidida a seguir, no iba a parar. Me lo estaba pasando realmente bien.

Me tumbó en la cama, me quitó aquel vestido poquito a poco, mientras me besaba las piernas, e iba subiendo a medida que me lo quitaba. Escalofrío. Después llegó al cuello. Sitio prohibido. Debilidad. Sin control. Yo le quité la camiseta y tuve mi momento. Me puse encima suya, y supe dominar la situación durante mucho, mucho, mucho rato. Pero volvió a ganar la batalla.

No se cuánto tiempo estuvimos exactamente, pero sé que fue un buen rato. Justo lo que necesitaba. Y lo mejor es que me desperté sin estar a su lado. Sabía lo que yo quería y, al parecer, él quería lo mismo. Cumplió con creces su función. Me hizo sentir deseada, ya estaba todo hecho, no había marcha atrás. Elena había tenido su noche, su gran noche.

Cuando me levanté para desayunar estaba Mac con Nathan en la cocina, pero se veía a alguien más en el sofá, que no podía distinguir muy bien por que me daba el sol desde la cristalera y me cegaba y molestaba mucho por la resaca.

+ ¡Buenos días princesa, aunque mejor noche por lo que pude escuchar!- dijo Mac, tan sarcástica como siempre.

-Já, já. Muy graciosa. Fue a hablar la que lleva así toda la semana.

Nathan se puso rojo.

+ Tú calla, que la que lo ha triunfado has sido tú. Estaba bastante bien chica….

-¿Y tú que sabes?- le dije extrañada.

+Pues por que se ha ido hace cinco minutos y le he invitado a un café. ¿Cómo se llamaba?

-¿Ah si? Le invitas a él y a mi no… que buena amiga… Pues no tengo ni idea, pero tampoco me importa.

+ Estás hecha todo un zorrón, baby. 

- Me ha dicho que te diga que gracias por la noche y que se ha tenido que ir sin despedirse por que llegaba tarde a trabajar.- dijo Nathan dándome un chocolate que me acababa de preparar.

+Gracias cielo, muy amable los dos.- le dije dándole un sorbito al chocolate caliente.

-Para ti todos lo son. Pero a ver quién te quita ahora la resaca.- dijo quien estaba sentado en el sofá.

Sí, era Jay. Y lo había visto todo, absolutamente todo.

+Buenos días a ti también.- le dije sentándome en la otra punta del sofá sin mirarle.

-Que más dará. – dijo con tono de cabreo.

+ ¿Qué pasa te cabrea que haya pasado una buena noche? Ni que fueras mi novio…- dije molesta levantándome del sofá y sentándome en uno de los taburetes de la cocina.

Pude ver cómo se les cambiaba la cara a Nathan y a Mac cuando dije aquello. Jay no contestó.

+Por cierto, ¿Qué haces en pijama? -dije dándole otro sorbo a mi chocolate.

-He dormido aquí. En el sofá.- dijo sin mirarme.

Eso significaba que lo había visto todo. TODO. No me lo podía creer. ¿Podría haberme pasado algo peor? Era lo último que quería que viera…

+Mac ¿Puedes venir un momento?- le dije con cara de urgencia.

Me acompañó al baño.

+ ¿Por qué coño no me dijiste que iba a dormir él en casa? No habría hecho nada joder… o al menos no me lo habría traído aquí… Dios… me quiero morir. Pensará que soy una cualquiera.- le dije angustiada.

-Créeme. No lo piensa.- me dijo ella con un tono serio.

+Mac, cariño. Me ha visto medio follando con un tío del que no sé ni su nombre y del que me ha importado una mierda que se marchara al día siguiente sin despedirse.

-Elena. Primero cálmate. Y segundo, si te digo yo que no lo piensa, es que no lo piensa.- me dijo agarrándome la cara.

Ahora sí que se me iba a salir el corazón del pecho.

 +Mac, no se lo voy a decir a Jay. No pienso decirle lo que siento por él. Va a pensar que soy gilipollas. Yo…- empecé a llorar- yo sólo quería olvidarme de él, aunque fuera por una noche…

-Lo sé Ele. Mira, no tienes por qué decírselo ya. Pero creo que es mejor que lo sepa. Tanto para él como para ti. No se puede huir de los sentimientos, tú lo sabes mejor que nadie.

+Eso lo dices por que tú estás con Nathan.

-Te equivocas. Nathan y yo no estamos juntos. Es solo sexo.

+Mac…

-Ese tema no importa ahora. Date una ducha anda, que apestas a cosas prohibidas.

Me di una ducha, y cuando salí, Mac y Nathan estaban hablando con Jay en el salón, pero cuando llegué yo, dejaron de hablar. Jay me miraba raro.

Automáticamente, Nathan y Mac salieron de la habitación. ¿Qué coño pasa aquí? Me estaba cabreando mucho. No me gustan nada las encerronas.

+ ¿Qué coño es todo esto?- les dije mientras salían del salón.

-Elena, tenéis que arreglar esto, queráis o no. No está bien que os llevéis así. Os queréis. Sois buenos amigos, y eso no debería cambiar.

+Pues entonces dile a Jay que me explique por qué coño se puso así conmigo el día de la fiesta.- dije alzando la voz.

-Pues por que no se puede jugar con la gente de esta manera Elena. Eres una caprichosa.-me dijo él en el mismo tono.

+ ¿De qué coño hablas Jay? ¿Cuándo he sido yo así? Y menos contigo… no entiendo nada en serio… Estoy alucinando.

-Ya lo entenderás…

+Pues muy bien. Paso de ti. Y Mac, no me digas que esto es huir. Simplemente no voy a discutir por algo que he hecho mal, cuando ni siquiera sé que es lo que he hecho mal. Que os den.

Esta vez no me fui de casa. Me fui a mi cuarto, para que Mac viera que no huía del problema. Me puse el equipo de música a todo volumen mientras tiraba la toalla por la habitación. Sonaba el primer disco de Maroon 5. ¿Qué más daba todo? Yo había tenido una noche magnífica, que le dieran al mundo. Jay se estaba comportando como un verdadero capullo, y que sintiera algo por él no significaba que tuviera que aguantarle sus gilipolleces de niño consentido. Si todas las tías le hacían la pelota por todo, yo no iba a ser una de ellas. Se lo dije en un primer momento y él aceptó. Es más, dijo que le gustaba que fuera así. Ahora que no venga quejándose. Si no quiere ni decirme lo que he hecho mal, para que pueda recapacitar y disculparme, será que tan malo no habrá sido.

                                   

Cogí un cigarro, y desnuda aún me tiré en la cama a escuchar el disco. Tocaron a mi puerta.

-¿Se puede?- era Mac.

+No.- grité para que se me oyera.

-Elena…

+Mac, estoy desnuda.

-Como si eso me importara. Elena, vístete y habla con Jay.

+Solo si voy a oír unas disculpas de su boca, sino que le den. Yo no le he hecho nada, ¿me oyes? ¡NADA!.

-Ele… por favor. Hazlo aunque sea por mi.

Me puse una camiseta enorme de baloncesto que tenía tirada en el suelo y salí de mi habitación para hablar con Jay y, mejor dicho, para que Mac se callara de una puñetera vez.

+Pff… que pesadita eres cariño mio.

-Después no me lo agradezcas.- me dijo molesta.

Me senté en el sofá. Solo llevaba aquella camiseta, nada más, y mi pelo largo y mojado.

+A ver, hablemos como personas civilizadas y adultas y ahorrémonos los insultos y reproches ¿va?- le dije a Jay.

-De acuerdo.

+Mira, como dicen estos dos, vamos a llevarnos bien. Te quiero mucho Jay y me duele estar así contigo. Si no me quieres decir qué hice tan malo como para que me trataras así aquel día, no lo hagas, prefiero olvidarlo.

-Que tú quieras olvidarlo no significa que yo quiera también. No me has preguntado.

+Mira Jay, si no pones tú también de tu parte no vamos a llegar a ningún sitio. Si no fueras por el aprecio que te tengo, por que te quiero, por que eres un gran amigo mio – no era lo que yo quería decirle, pero era lo que tenía que hacer- ahora mismo te habría mandado a la mierda. Pero no quiero. Quiero que sigas en mi vida, por mucho tiempo a ser posible.

-Gilipolleces. Pero que se le va a hacer, tendré que aceptar.

+Jay, tú oyes pero no escuchas, por que si lo hicieras, sabrías que todo lo que te acabo de decir viene del corazón. Sobretodo por que no tengo que por qué hacerlo. ¿Quieres hacer las paces conmigo si o no?

-Llevémonos bien, nada más.

Me encontraba fatal. Me dolía el pecho. ¿Qué le abría hecho para que no quisiera ni hacer las paces conmigo? Fui a hablar con Mac y Nath a ver si sabían algo.

+ ¿Podéis decirme qué es exactamente lo que le pasa a Jay conmigo?

-No lo sabemos Elena.-dijo Nathan- Por eso hemos dormido los dos hoy aquí. Anoche lo trajimos para hablar con él y que solucionara los problemas que tuviera contigo, pero no quiso decirnos nada. Simplemente nos dijo que hiciste algo que le molestó muchísimo, y que hasta que no sientas tú lo mismo, no sabrás lo que es. Intentamos hacer que entrara en razón pero el grandullón es un cabezota.

+ No sé que hacer. Yo ya lo he intentado. Seré amable con él, pero intentaré rozarme lo menos posible, así no habrá problemas.

-Esto es una pena…- dijo Mac haciendo gestos de negación con la cabeza.

+Sí, lo es. Yo le quiero, mucho, pero no voy a aguantar este tipo de cosas. Y esta vez, no voy a huir, no.
 

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