PHOENIX

sábado, 6 de octubre de 2012

CAPITULO 19


No sé cuanto tiempo estuve desmayada, solo recuerdo que cuando me desperté y abrí un poco los ojos, estaba rodeada de los chicos y Jay no dejaba de decir mi nombre medio llorando.

+ ¡Se está despertando!- dijo Siva cuando vio que abría los ojos.

+ ¡Elena! ¿Estás bien?- dijo Jay que ya no pudo evitar ponerse a llorar.

-¿Qué? ¿Dónde estoy? ¿Qué me ha pasado?- pregunté desorientada.

+Te has desmayado… creo que ha sido por la intensidad del momento ¿te encuentras bien?- me preguntó 
Nathan con un tono tranquilizador.

-Si, si, estoy bien… solo me duele un poco la cabeza…- dije mientras me incorporaba.
Jay me abrazó.

+Pensaba que te había pasado algo grave… y me iba a dar algo…

 -¡Bah! Una menos…-bromeé.

Jay me miró con tal cara de enfado cuando dije eso que me dio hasta un poco de miedo.

+ ¡Tú eres tonta niña!- me dijo mientras seguía con su abrazo.

Cuando ya me encontraba un poco mejor Jay me dijo que me llevaría a casa, que ya hablaríamos en otro momento sobre todo lo que teníamos que hablar. Los chicos me dieron un abrazo muy fuerte, pero Nathan 
me apartó un momento para hablar conmigo.

+Elena me puedes dar tu número, es que tengo que hablar contigo pero este no es el momento.

-Claro que sí Nath, llámame cuando quieras.- le sonreí.

Él me abrazó, y estuvimos un rato así.

+Ejem ¿Te la puedo robar Nathan, o estáis muy ocupados?-dijo Jay mirándonos raro.- tengo que llevar a 

Elena a casa para que descanse.

+Toda tuya- le sonrió a Jay con una mirada muy… pícara.- Ya resolveremos lo que tenemos pendiente ¿vale Elena?

-Claro que sí, lo estoy deseando- le seguí la broma a Nathan aunque no sabía a que venía tanto secretismo. 

Pensé que eran cosas de tíos.

Seguí a Jay para salir de casa. Me llevó hasta su coche y le dije dónde vivía. Durante el camino yo le hacía preguntas sobre todo lo que tenía que hablar con él pero no me contestaba, decía que lo hablaríamos en otro momento, que no quería me pusiera peor. Aunque yo le dije que me encontraba bien, y seguía en mis trece de preguntarle, me interrumpió.

+ ¿Qué es eso que tienes que resolver con Nathan?- me dijo cuando el coche paró en un semáforo.

-No tengo ni idea.- le dije honestamente.- me dijo que tenía que hablar conmigo.

+ ¡Ah!-dijo extrañado.

¿Qué más le daba a él que Nathan tuviera que hablar conmigo? No entendía nada pero no me iba a comer la cabeza con aquello por que en ese momento la verdad es que me dolía mucho. Entonces recibí un mensaje de un número que no tenía guardado, era Nathan:

Hola Elena soy Nathan, espero que ya estés mejor. Avísame cuando puedas hablar conmigo, es importante. Un beso.

Intenté disimular mi reacción ante el mensaje, aunque no se muy bien por qué. Entonces llegamos a casa.

-Gracias por traerme Jay- le dije mirándole a aquellos ojos azules.

+ ¿Seguro que te encuentras bien? ¿Quieres que me quede un rato más contigo? No quiero que te quedes sola. – me dijo todavía preocupado.

-No te preocupes, creo que Mac está arriba. Además seguro que tienes muchísimas cosas por preparar aún.

+No quiero que te pase nada. Si necesitas algo no dudes en llamarme ¿vale?- me dijo acariciándome la mejilla a la vez que me sonreía.

-Vale papi.- bromeé.

+Quedamos cuando quieras, hija. Que tenemos mucho de que hablar.

Me dio un abrazo muy fuerte y un beso en la frente y salí de aquel coche.

Cuando llegué a casa Mac no estaba, no me acordaba de que ella estaba trabajando. Mi móvil volvió a sonar, esta vez era Jay:

Siento que te hayas desmayado por mi culpa. Sé que decirte lo de mi grupo era muy importante, pero me gustaba que me trataras como a alguien normal y no como un “famoso”. Espero que me perdones. No me gustaría perder el contacto contigo. Te aprecio mucho.

Tuve que contestarle en cuanto lo leí. Me dio mucha ternura leer aquello así que le contesté:

Si que era un dato importante aunque entiendo que no me lo dijeras. Yo no pienso tratarte como un famoso ha ha ha, simplemente como Jay, el chico de pelo rizado y ojos azules que fue la primera persona que conocí en la ciudad, nada más. Aunque ahora que lo dices… ¿dónde era eso de la cerveza gratis? Por cierto, me debes una conversación. Me apetece mucho hablar contigo J

Intenté quitarle hierro al asunto. Tampoco era para tanto que tuviera un grupo que estaba teniendo un gran éxito en Reino Unido, bueno en realidad sí, pero yo no pensaba darle importancia si eso provocaba algún cambio en mi relación con Jay y con los chicos.

MI móvil sonó de nuevo:

Me alegra ver que piensas así. Ni yo ni los chicos queremos dejar de tener relación contigo y con Mac. Sabemos que no estáis a nuestro lado por la fama, y eso es muy difícil de encontrar, por que la gente es muy falsa y sólo se arriman a ti por intereses, por eso no te lo queríamos contar, nos gustaba disfrutar de vosotras tal cual sois. Espero que siga siendo así siempre. Pero para mí era importante invitarte a la fiesta. Me haría mucha ilusión que vinieras. Tengo que dejarte, tenemos mucho trabajo que hacer hoy, pero no dudes en llamarme cuando tengas tiempo para quedar. Besos, Bird.

 Me eché en el sofá para que se me terminara de quitar el dolor de cabeza. Al final me quedé dormida, pero me despertó Alex, sí, Alex. No me había acordado de él en todo el día, bueno apenas había tenido tiempo tampoco.

+Buenos días dormilona.- me dijo sonriendo.

-Buenos días ¿Cómo has entrado?

+Me ha abierto Mac.

-¿Está aquí?- le pregunté mientras la buscaba.

+Sí, lleva aquí un rato. Dice que no te quería despertar.

Me levanté del sofá y fui a su cuarto. Estaba estudiando.

-¡Mac! Cuando termines de estudiar tenemos que hablar. Es muy importante.

+ ¿Ha pasado algo malo?

-No, no es malo pero es importante.

+Vale, ahora hablamos.

Cuando terminé de hablar con Mac, me fui con Alex, que seguía en el salón.

+ ¿Qué quieres hacer hoy guapa?

-No sé, lo que a ti te apetezca.

+ ¿Te pasa algo?- me preguntó extrañado por mi respuesta.

-No. Sólo que me acabo de despertar… aun estoy algo cansada.

+ ¿Quieres que me vaya y así sigues durmiendo?

-No, quédate mejor aquí conmigo.

Se sentó en el sofá junto a mí. Y nos sentamos a ver una película. Miré mi móvil para ver qué hora era.

Mensajes recibidos: 1.

Era de Jay.

Me preguntaba cómo seguía, y que cuándo iba a poder hablar conmigo. Que estaban en una reunión muy aburrida y que tenía ganas de volver a probar el chocolate que le hice la última vez.
Empezamos a hablar por mensajes sobre las cosas que estábamos haciendo durante varios días.

Llevaba ya bastante tiempo sin pelearme con Alex, aunque la verdad era que durante esos días no habíamos hecho nada en especial. Solo notaba que había momentos en los que me decía muchas veces que dejara el teléfono. Pero al rato lo volvía a coger.

Unos días después estaba con Alex en mi habitación haciéndonos fotos y hablando sobre películas antiguas, pero tenía ganas de darme un baño.

+ Voy a darme un baño vale- le dije mientras le hacía una foto con su réflex.

-Vale.- me dijo acariciándome la barbilla.

+ ¿Quieres acompañarme?- le dije mientras salía de la habitación para ir al baño.

-En seguida voy para allá.

No me di cuenta. Pero mientras yo estaba preparando el baño caliente, Alex me cogió el móvil.

+ ¿Quién es Jay Elena?

-¿Qué? ¿De que me hablas?

+ ¿Quién es Jay?- repitió enfadado- ¿Y por qué te hablas tanto con él?

-Jay es un amigo que conocí cuando llegué a la ciudad, nada más.

+ ¿Nada más? ¿Por eso hablas con él absolutamente todos los días? Claro… por eso no sueltas el móvil… debí imaginármelo.- Dijo levantando cada vez más el tono de voz.

-Ni se te ocurra volver a levantarme la voz. Jay es sólo un amigo. Está preparando una cosa muy importante y yo sólo le doy apoyo. Nada más. Ahora, me gustaría que me dejaras sola.

+Elena, cuando me prefieras a mí antes que a los demás, me avisas.- me dijo mientras salía del baño para irse.

+Alex, cuando cumplas tus promesas y dejes de comportarte como un capullo celoso, me avisas.- Cerré la puerta de un portazo.

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