-Elena ¿Qué te pasa?
+Jay, déjame, vete.
-Sabes que no voy a hacerlo.
+Pues entonces me iré yo.
-Pues entonces no te dejaré ir.
+Ya lo veremos.
Salí como pude del baño y conseguí llegar al salón. Estaba
dispuesta a irme pero aún seguía desnuda y Jay seguía persiguiéndome. Cuando
estaba al lado del sofá, buscando algo con lo que taparme Jay me cogió del
brazo acercándome a él.
-¿He hecho algo mal? ¿Te he hecho daño? ¿Estás bien?
+No has hecho nada malo pero yo sí.
-¿El qué, Elena?
+Nada que te importe.
-Hombre, teniendo en cuenta en el momento en el que te has
ido y cómo lo has hecho, creo que algo si me importa.
Jay cada vez se iba acercando más a mí. Y a cada paso que
daba hacia delante, yo daba otro hacia atrás hasta que acabé cayéndome al sofá
y Jay aprovechó para tirarse encima de mí.
-Ahora si que no te escapas.
+Vale. ¿Quieres saber qué me pasa?
-Sí.
+Pues juguemos a un juego porque ni yo quiero darte
explicaciones ni quiero oír las tuyas.
-Como tú digas Elena. ¿De qué va el juego?
+Es muy fácil. Sólo tienes que saber elegir. Ya sabrás de
que va cuando estemos jugando. Yo empiezo.
-No sé que decir, pero bueno, acepto.
+Así me gusta. Te va a encantar, ya lo verás.
¿Qué de qué iba el juego? Es algo complicado. Trata de que
si yo veo una chica por la calle que me guste para él, la elijo, y él tiene que
seducirla, para que cuando estén a punto de hacerlo, entrar yo en escena, liar
una bronca enorme y acabar llevándome yo al chico. ¿Qué por qué ese juego tan
enrevesado? Para sentirme deseada y vale… lo reconozco, para ponerle algo
celoso. Puede que no funcionara, pero quería ponerme a prueba a mi misma, a ver
hasta donde era capaz de llegar por él.
Me besó. Lo besé. Y seguimos con lo que yo había
interrumpido.
Me cogió en volandas y me levantó del sofá.
+ ¿Quieres desayunar?- le dije tocando mi nariz con su
nariz.
-Venga, vamos a desayunar.
Fuimos hasta la cocina, y yo todavía seguía en sus brazos.
Me sentó en la encimera, y me besó por el cuello, y por el pecho.
+Jay, sabes que seguiría pero tengo que ir a clase…
-Cierto… que mala suerte… Por cierto, ¿dónde está Mac?
¿Qué dónde estaba Mac? Pues precisamente durante la
magnífica noche que yo estaba teniendo con Jay, Mac estaba haciendo exactamente
lo mismo que yo, pero no en casa, sino en casa de… John. Cuando me lo contó al
llegar a casa me quedé fría. Hacía rato que Jay se había ido, y yo me estaba preparando
para ir a la universidad, tenía clase en una hora, así que quedé con ella para
comer, sí o sí, tenía que contarme muchas
cosas y yo a ella.
Cuando estaba en la universidad fui a una nueva clase en la
que me había apuntado como optativa. A mi lado se sentó una chica rubia que me
miraba con cara de asco, no sé por qué, pero por lo que pude escuchar de
algunas conversaciones que tenía con las compañeras, se lo tenía bastante
creído. Sonaba muy altiva, como si los demás fueran inferiores a su lado,
recibía mensajes a cada momento y los comentaba como si fuera Obama el que se
los estuviera mandando. A mi no me va la gente así, por lo que simplemente la
ignoro, aunque ella me llamaba mucho la atención por su manera de comportarse.
Yo seguí a lo mío, y la clase terminó. Entonces se me acercó
aquella chica.
+Bonito pañuelo.- dijo con sarcasmo.
No contesté, ¿para qué? No iba a darle el gusto de cabrearme,
por una tía que ni conozco.
Salí de clase y me fui para la salida donde había quedado
con Mac. Después fuimos a Candem, y nos sentamos en las motos a comer unos
burritos.
+ ¿Qué hacías con John, Mac?
-¿Qué pasa, no puedo divertirme?
+Si, pero, ¿qué pasa con Nathan? ¿Y lo vuestro?
-Nathan y yo no tenemos nada, solo hubo sexo unas cuantas de
veces, pero nada más. Somos amigos.
+Mac… amigos, amigos… no sois.
-Puede, pero no quiero complicar las cosas. Y tú deberías de
entenderme mejor que nadie.
+Te equivocas, yo lo acabo de complicar todo al máximo. No
sé por qué lo he hecho pero ya no hay marcha atrás.
-¿Qué has hecho Elena? Miedo me das…
+Pues bien que haces… Me he acostado con Jay…
-¡Qué! ¿Qué dices?
+Sí, y ahora hemos quedado en jugar a un juego…
Le expliqué el juego y se quedó pálida y sin palabras.
+No te preocupes, así no tengo que decirle lo que siento por
él.
-Elena, estás jugando con fuego… ten cuidado o te acabará
explotando en la cara.
+ ¿Por qué me iba a explotar? Solo es sexo… nada de sentimientos.
-Pues por eso mismo…
+No te entiendo pero bueno…
Entonces me llamaron. Era Nareesha.
-Elena, esta noche hemos quedado todos para ir a ver el
partido de fútbol a un pub ¿Os apuntáis?
+ ¡Claro que si cariño, a las siete estamos en casa de los
chicos!
Dimos un paseo más por Candem, hicimos algunas compras. Yo
me compré una cámara de fotos antigua de la que me enamoré, aunque no podía
evitar acordarme de Alex.
Cuando llegamos a casa de los chicos, no paraba de cruzar
miraditas con Jay. Estaba muerta de la vergüenza. Hasta aquel momento no me di
cuenta verdaderamente de lo que había pasado con él. Aquella mañana, nos
habíamos acostado unas mil veces, y ahora, nos teníamos que comportar como si
fuéramos solo amigos, aunque resultaba bastante difícil. Pero he de decir, que
aquel juego de miradas cómplices me
encantaban. Eso sí, esta noche, sí que
jugaríamos.
El partido estuvo muy interesante, jugaban el Manchester
contra el Liverpool. Max se salía de sus casillas, nunca lo había visto así,
pero me hacía mucha gracia. Mientras veíamos el partido, corría la cerveza, los
frutos secos y al final, irremediablemente, los chupitos.
Entonces vi a una buena candidata para comenzar el juego.
Jay estaba sentado a mi lado, me acerqué a su oído.
+Esa. La morena de pelo corto.- le susurré.
-¿Qué? ¿De qué hablas?- me dijo extrañado.
+Empieza el juego. Lígate a esa.- dije señalando a la chica.
-No voy a hacerlo, no quiero acostarme con ella.
+No tienes que hacerlo. Tú lígatela y del resto me encargo
yo.-le acaricié la entrepierna disimuladamente.
-Confío en ti.
Jay se acercó a la chica, que inmediatamente le reconoció.
Todos se quedaron mirándome cuando lo vieron pero yo les dije que no pasaba
nada, que ya estaba todo solucionado entre nosotros.
La chica fue bastante fácil. Sólo tuvo que decirle un par de
cosas típicas, agarrarla un poco por la cintura y ya la tenía en el bote. Me
miró y me dio la señal de que se la iba a llevar a otro sitio del bar, para que
yo supiera cuando tenía que actuar.
Esperé unos minutos. Quería que la chica disfrutara algo de
lo que yo ya había probado. Al fin y al cabo, ella iba a terminar perdiendo.
Entonces les dije a los demás que iba al baño, y en lugar de eso, me acerqué a
donde estaban ellos dos. Comiéndose a besos, acariciándose apasionadamente.
+ ¡Jay!-grité- No me lo puedo creer… ¡¿Cómo puedes hacerme
esto?!
-¡Elena! ¿Qué haces aquí? Te lo juro, esto no es lo que
parece…
+ ¡Cómo! ¿Tienes novia? Serás gilipollas…- le dijo la chica dándole
una bofetada a Jay.- Lo siento no sabía
nada…- me dijo cuando se marchaba.
+Todos los tíos son iguales…-le dije riendo al ver que no me
veía.- Y tú, gilipollas, ¿no me vas a explicar nada?- le dije acercándome a sus
labios y empujándole hacia el baño de los chicos.
-No sé por donde empezar- me dijo mordiéndose el labio.
+Pues qué tal si te ayudo…- le mordí el cuello.
-Pfff… ¿ya empezamos con los mordiscos?- dijo mientras
notaba como su respiración se aceleraba.
-¿Quieres que pare?- dije con cara de niña buena.
+Eres mala… no me vas a engañar con esa carita…
-Puede que no quiera engañarte… bésame.
Tuvimos un momento muy pasional dentro de aquel baño. Sus
manos recorrieron todo mi cuerpo, al igual que las mías el suyo.
+ ¿Te gusta el juego?
-¿Qué juego? ¿El de novia celosa que me pilla yéndome con
otra?
+Si.
-No… me encanta. Estás muy sexy cuando te enfadas y te pones
celosa.
Estábamos enredados cuando llamaron a la puerta del baño,
entonces salimos los dos de la mano, riendo y secándonos los besos.
+ ¿Dónde estabais?- dijo Nathan.
-Jugando-dijo Jay riendo mientras me miraba.
Mac me miró raro, pero yo estaba bien, es más, en aquel
momento me encontraba muy bien.
La noche terminó y cada uno nos fuimos a nuestras casas.
Excepto Mac, que al parecer habló con Nathan y acabaron yéndose juntos.
-¿Quieres que te acompañe a casa?- me dijo Jay cogiéndome de
la mano.
+Como quieras… pero como amigos ¿vale?
-Es para que no duermas sola… ¿te apetece una peli?
+Mucho, pero de miedo.
Fuimos a casa y la verdad es que pasamos una gran noche.
Vimos la película, nos hartamos de comer chocolate y beber cerveza, aunque así
visto era algo asqueroso… jugamos a varios juegos de mesa, hablamos sobre
muchos temas y al final nos quedamos dormidos en el sofá.
Me desperté a mitad de la noche, y lo vi en el sofá
durmiendo, con toda su belleza y esos ricitos. Cogí una mantita y se la eché
por encima, le di un beso en la frente y me fui a dormir a mi cuarto para no
molestarle.
Yo no entiendo lo del juego...q sentido tiene?
ResponderEliminarTe comento. El juego sentido no tiene ninguno en sí, simplemente Elena le propuso el juego a Jay por que quiere evitar de cualquier manera el decirle lo que siente, y además, para ver hasta donde es capaz de llegar por él, si siente tanto como ella cree o no. Y eso lo veremos próximamente por que algo pasará en el juego... ^^ Gracias por comentar.
ResponderEliminarLove.
Elena xx
Me encanta la novela ^^ Me he leído todos los capítulos en 3 días :D¡Escribes super bien!
ResponderEliminarDos preguntas:
-¿Piere, o al menos su foto, es alguien famoso? (me refiero en la vida real, claro)
-¿Cada cuánto subes los capítulos?
¡Un beso y gracias pore scribir!
Gracias por comentar! Me alegra que te guste! Pues intento subir capitulo todos los dias pero ahora, con los estudios es bastante dificl pero mas o menos subo cada dos dias o asi.. Y en contestacjon a tu otra pregunta, si, el persobaje de Piere esta inspirado en Ed Westwick, que es el chico de la foto en el capitulo de Paris.
ResponderEliminarLOVE.
Elena. Xx
Hola guapa! Me encanta tu novela, escribes genial
ResponderEliminarEl juego este que se llevan elena y Jay, no es el mismo que se llevan Blair y Chuck (Gossip girl)? Jajaja Me encanta el juegecito. Es un sinsentido, pero a la vez no se, me encanta.