PHOENIX

martes, 16 de octubre de 2012

CAPITULO 27


-Perdón señorita.

+ ¿Hablas mi idioma?- le pregunté.

Me había chocado con un chico alto, y moreno, tenía un aire como de macarrilla, pero a la vez se le notaba que era muy inteligente.

-Si. Me llamo Piere, ¿y usted?- me dijo besándome la mano.

+No hace falta que me trate de usted Piere, me llamo Elena.

-Encantado Elena. ¿Qué haces en este mercado, has venido a visitar la ciudad?

+Pasaba por aquí y venía buscando algo especial, quizás algún diario o algún vinilo… aunque nada en particular. Vine ayer, pero hoy debo volver… solo vine para escapar.

-Interesante… así que te vas hoy ¿no Elena?

+Si.

-Pues entonces creo que debería de llevarse esto si desea algo especial, es más, tómalo como un regalo, así lo será aún más.

Me puso en la mano un pequeño reloj de collar antiguo que debía tener mas de cincuenta años pero era realmente precioso, y justo lo que buscaba.

+Muchísimas gracias, no hacía falta.

-Señorita, París es un lugar donde tanto los grandes sueños como los pequeños deben de cumplirse, y no podría dejarla ir sin cumplir algún deseo suyo.

Yo estaba cada vez más colorada, no sabía qué hacer ni qué decir.

+Como me has dicho que te vas esta noche, que tal si te enseño algunos de los lugares más bonitos de París como si fuera un paseo express.

-Me encantaría, muchas gracias.

Sabía que aquello que estaba haciendo no era lo más correcto. Acababa de conocer a aquel chico pero estaba tan destrozada que no pensé que pudieran hacerme más daño.
El riesgo mereció la pena. Piere me llevó a dar un paseo por el río Sena, vi todos aquellos preciosos puentes que no me extrañaba que inspiraran a tanta gente, después me llevo a los jardines elíseos y por último paseamos por un barrio bohemio de la ciudad. Aquel día fue impresionante. Durante aquellos paseos hablamos de miles de cosas interesantes pero hubo un momento en el que no tuve manera de evadir aquella pregunta.

+Y… ¿por qué estás aquí, en París? Me refiero a que, normalmente las chicas como tú no vienen solas a pasar un único día en una ciudad tan bonita como ellas.

-Pfff… es una larga historia.

+Tengo tiempo, y me encantaría escucharte. Me intriga mucho.

-Está bien. Pero después espero que no me juzgues…

+Créame, no lo haré.

-Está bien, resumiendo. Anoche fue la fiesta de inauguración del single de mis amigos y yo era la acompañante de uno de ellos, del que me acabo de dar cuenta de que estoy… creo que se dice enamorada. A mi se me dan fatal las relaciones, me bloqueo mucho. Bueno, el caso es que el día anterior a la fiesta mi ex novio o mi ex algo, por que no se sabía exactamente que tipo de relación teníamos, me besó por que decía que yo sentía por él lo mismo que él siente por mi, pero no es así. Entonces ayer, yo estaba deseando ver al chico del que estoy enamorada pero él no me dirigió la palabra en toda la noche, a pesar de que la última vez que nos vimos estábamos muy bien juntos. Lo cogí para ver que le pasaba y me dijo que no quería volver a verme, que le ignorase. Yo no entendía por qué me decía eso. Intenté huir pero Londres se me quedaba pequeño así que fui a la estación de tren, vi que estaban echando Midnight in Paris en una televisión y decidí venirme para acá y poder hacer una nueva vida para olvidarme de él y que no me vuelvan a romper el corazón, pero esta mañana me llamaron mis amigos, todos muy preocupados por mi y él me dijo que no fuera egoísta y que volviera por los demás así que dentro de exactamente una hora tengo que volver a Londres. Pero te conocí a ti y ahora estoy mucho mejor. Gracias.

+Acabas de volver mi vida un completo aburrimiento, es más, lo más interesante que me ha pasado a mi en este último tiempo es haber conocido a una chica maravillosa que no quiere que le rompan el corazón en mi mercado de antigüedades favorito de la ciudad y he pasado un día maravilloso a su lado. Lo malo, es que hoy tiene que volver a su ciudad.

-Te dije que no me preguntaras.

+No me arrepiento de haberlo hecho. Solo me gustaría darte un consejo si me lo permites.

-Claro que sí Piere.

+No le temas al amor. Sé que suena cursi, pero la vida puede ser maravillosa, y no hay por qué complicarla.
Si extrañas a alguien, díselo, si tienes alguna duda, pregunta, si quieres que te entiendan, explícate y lo más importante, si amas a alguien, házselo saber. Claro que te arriesgas a que no sea correspondido, pero no lo sabrás nunca si no lo intentas.

-No se me ocurre como agradecerte todo lo que has hecho por mi este día, y eso que apenas nos conocemos. Gracias otra vez Piere. Eres increíble.

+Gracias a ti por volver mi vida emocionante aunque sea por un día.

Se acercaba mi hora de regresar a casa, aunque era una vuelta obligatoria. Piere me dejo su número para poder seguir en contacto y me acompañó hasta la estación.

+Volveremos a vernos Mademoiselle.

-Eso lo doy por seguro.

Le abracé y entré en el tren. Me esperaban unas cuantas horas de trayecto pero ya no me importaban, es más, se me pasaron volando al recordar todos aquellos bonitos momentos, bonitos paisajes y bonitas charlas por París, creo que fue muy buena idea cambiar de aires. Aunque fuera tan solo por un día.

El tren paró. Había regresado a Londres. Pensaba coger un taxi y darme un baño relajante en cuanto llegara a casa. Era muy tarde y no quería molestar a Mac, que seguramente estaría dormida.
Subí las escaleras que me llevaban a la salida. Oía muchísimo ruido. Eran los chicos. Todos estaban allí, Laura, Sophie, Philip, Mac, Tom, Max, Siva, Nathan… y él. También estaba él.

En cuanto me vieron subir todos se pusieron a gritar y a llamarme. Mac vino llorando hacia mi, y corriendo me abrazó.

+Eres idiota. Te he echado mucho de menos.

-Mac, no exageres, solo a sido un día.

Me miró con cara de asesina, y me asusté mucho por que sabía que su cara iba en serio así que me limité a abrazarla. Entonces, todos los chicos vinieron a nosotras y nos dimos un gran abrazo de grupo.

-Estábamos muy preocupados por ti.- Me dijo Nathan, también medio llorando.

No pude evitar emocionarme yo también. Me acordé de aquel consejo que me dio Piere, los quería muchísimo a todos, así que debía hacérselo saber.

+Espero que me perdonéis chicos, os quiero mucho.

-Y nosotros a ti.-esta vez, habló Laura.

Cuando nos separamos fuimos hacia el aparcamiento. En ese momento se me acercó Jay. Yo no sabía qué hacer ni qué decir, estaba de los nervios.

-¿Estás bien? No deberías haberte ido. Mac ha estado destrozada, bueno todos lo estábamos.

+No creo que tú lo estuvieras mucho la verdad. Desapareciste igual que yo, por lo que me dijeron.

-Estaba buscándote Elena. Justo después de decirte aquello en la fiesta me arrepentí por que no lo sentía, pero tú ya no estabas, te habías ido. Cuando estábamos actuando intenté buscarte entre el público pero no te vi. Les pregunté a todos si te habían visto, pero no quería decirle nada a Mac para que no se preocupara. Entonces leí tu mensaje. No me podía creer que no fuera a volverte a ver nunca más.

+ ¿Por qué me dijiste aquello Jay? Yo no te había hecho nada.

-Elena es mejor que no lo sepas.

+Quiero saberlo.

-No.

+Bueno, como quieras, tú sigue como siempre.

-Es que lo mejor para lo nuestro es que todo siga como siempre.

+Eso no tiene ningún sentido.

-Es que si te digo la verdad tendría menos sentido todavía.

+Pues entonces, miénteme.- Me fui. No quería seguir con aquella conversación, acababa de llegar de París después de no se cuantas horas de viaje, la últimas veces que hablé con él fue para escuchar palabras que me hacían daño. Y ahora. Ahora, no tenía ganas de comerme la cabeza, tan solo quería dormir.

Nos despedimos y nos fuimos cada uno a nuestras casas. Mac y yo nos montamos en un taxi. Estuvo callada todo el camino. Yo quería hablar con ella, pero no sabía cómo empezar la conversación.

+¿Me piensas contar por qué cojones te fuiste?

No sabía que hacer, si decirle la verdad o seguir mintiéndole, seguir mintiéndome a mi también. Los sentimientos al fin y al cabo no se pueden controlar, están ahí quieras o no, por eso joden tanto la existencia.

-Espérate a que lleguemos a casa y me emborrache, así te lo puedo contar mejor.

Llegamos por fin a casa, estaba muy cansada, pero le dije a Mac que se lo contaría. Cuando llegamos me fui directamente hacia el mueble bar que teníamos en la cocina. Cogí una botella de whisky, ni me preocupé de coger un vaso o hielo, quería que el alcohol corriera rápido por mis venas y que hiciera efecto lo antes posible.

+Elena, te cuidado. No quiero que te pase lo de la última vez.

-Tranquila, esta vez te tengo a ti.

+Bueno creo que ya me puedes contar qué te ha pasado y por qué estás tan rara.

Me senté en el suelo, y Mac se sentó al lado mía. Le di uno, dos y tres tragos a la botella, notaba cómo me ardía la garganta. Era justo lo que necesitaba en aquel momento.

-Pfff... a ver por donde coño empiezo.

+Pues inténtalo por el principio.

-Estoy enamorada de Jay.

La cara de Mac no era ni mucho menos la que yo pensaba que iba a tener.

+Ele, te he dicho que me cuentes algo nuevo, no algo que ya sabía.

Mi cara si que era de asombro... ¿Tanto se me notaba?

+Pero ese no es motivo para querer irte a vivir a París sin avisar y sin haberte despedido siquiera. Cuéntame la verdad.

-Mac, el día de la fiesta Jay estaba muy raro conmigo, no me contestaba a los mensajes, no me habló en todo el rato. Fui a hablar con él y me dijo que le ignorase, que no le hablase, que actuara como si él no existiera.

+No lo entiendo... pero si él me dijo que...

-¿Qué te ha dicho?

+Nada...

-Mac...

+Es mejor que lo olvides.- Entonces fue Mac la que le dio un trago a la botella.

4 comentarios:

  1. Enserio, escribes super bien, y como dejas una intriga al final no puedo parar de leerla :D PT: Soy @MarielaCoyago xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchisimas gracias!! me alegro de que te esté gustando!! por qué capitulo vas ya??

      Eliminar
    2. Voy por el 70 xD!! Buahh, estoy superpicada. :D Me encanta

      Eliminar
  2. Voy por el 70 xD!! Buaah, estoy superpicada :D. Me encanta

    ResponderEliminar