PHOENIX

miércoles, 3 de octubre de 2012

CAPITULO 15


Cuatro chicos vinieron hacia donde estábamos nosotros. ¿Podrían ser más absolutamente perfectos? ¡Eran guapísimos! Al parecer, aquel era nuestro día de suerte.

-Chicas, estos son Siva, Tom, Max y… el pequeño Nathan.-bromeó.

-Chicos, estas son Elena y Mac.

+ ¿Las conoces de ahora?- dijo un chico con un acento muy cerrado.

-¡Que va! Fui el primer chico que Elena conoció cuando llegó a Londres, y es la dueña de mi teléfono móvil y mi chaqueta en estos momentos.

Mac me miró con cara de asombro por no haberle contado todo aquello.

+Pues menos mal que ha caído en buenas manos y no lo pierdes como siempre.- dijo un chico muy alto con una cara perfecta y exótica.

-¡Tampoco es para tanto, solo he perdido un móvil un par de veces!-dijo Jay.

+Si, si, unas mil.- le dijo el chico sin pelo mientras jugaba con las orejas de Jay.

Estuvimos charlando un montón de rato hasta que por fin llegamos a la barra y conseguimos pedir. Jay nos invitó a Mac y a mí a unas cervezas, y sin darnos cuenta acabamos hablando con ellos durante un montón de rato. Lo único que me extrañó fue la actitud de Mac, estaba demasiado callada para como era ella, y uno de los chicos no había hablado apenas en todo el rato. Puede que no le cayéramos bien… Entonces Mac me apartó del grupo mientras hablaba con Tom sobre tocar la guitarra…

-¡Tía, es él!- me dijo Mac nerviosa.

+ ¿Qué? ¿De qué me hablas Mac?-le dije sin saber de qué iba el tema- ¡Pero si los acabamos de conocer!

-No, tía, es el chico que te dije cuando fui a cenar con Alessandro.

+ ¿Qué? ¿Cuál de ellos? ¿Estás segura? Díselo.- le dije emocionada.

-No pienso decirle nada, ¿me ves cara de loca?-la miré con cara de afirmación- Y sí, estoy segura, su mirada… no la olvidaría en ningún sitio, estoy segura.

+ Bueno pues entonces espérate a ver si él dice algo.

Volvimos al grupo, y seguimos charlando pero ahora, los chicos empezaron a hacernos preguntas. Aquello parecía una entrevista.

+Creo que cinco chicos tienen más cosas que contar que solo dos chicas ¿no? – dije para intentar escapar.

-Para nada. Nosotros somos muy aburridos aquí donde nos ves.-dijo Jay con su sonrisa habitual.

+Bueno venga, vosotros ganáis… a ver, preguntad.- me rendí.

-Yo primero- dijo Jay- ¿Cuál fue la cosa más rara que os pasó el primer día que llegasteis a la ciudad?

+Bueno pues… la verdad es que… lo más raro fue que…- intentaba recordar lo que nos pasó los primeros días- ¡ya sé! Estábamos en la estación de metro que está junto al Big Ben y cuando bajábamos las escaleras nos chocamos con dos chicos, bueno, yo me choqué y arrastré a Mac conmigo, ella acabó sangrando… pero lo único que recordamos de aquellos chicos eran sus ojos.

El chico tímido se puso completamente pálido.

-¡NO, PUEDE, SER!- dijo Jay- Y… ¿Cuándo fue eso exactamente?

+Pues… no sé quizá un par de días antes de conocerte a ti ¿por qué?- estaba muy extrañada… no entendía la reacción de Jay a aquella respuesta, si no había dicho nada raro…

-Dices que estabais en la estación de metro que está junto al Big Ben ¿verdad?- dijo Jay intrigándome.

+Si…-contesté.

-Y… ¿era por la noche?

+Emmm… si… ¿por qué?- esto ya era muy raro.

-Pues siento decirte que… éramos Nathan y yo que íbamos con mucha prisa.

+ ¡No me lo puedo creer! Al parecer lo único que hacemos es chocar…- estaba completamente alucinada.

Entonces Jay me cogió de la cintura y me dijo mientras me miraba fijamente a los ojos:

-Eso significa que estábamos predestinados a conocernos.

 Entonces, justo en aquel momento escuché mi nombre. Aquella voz me era muy, muy familiar.

1 comentario: