PHOENIX

viernes, 5 de octubre de 2012

CAPITULO 17


Era un mensaje de un número que no tenía guardado. Cuando lo abrí era una foto de Jay poniendo muecas con un mensaje debajo. Estaba muy gracioso, y sonreía como una idiota mientras miraba la foto. El mensaje decía:

Yo sí soy feo no tú. Y si quieres comprobarlo sólo tienes que asomarte afuera que en persona se ve mejor. Pero tú, eres guapísima.

Salí de la tienda después de unos segundos que me quedé embobada con aquella foto.

+La verdad es que eres mucho más feo en persona-bromeé

-Te lo dije.- me dijo mientras me agarró la cintura acercándome hacia él.- Oye verás…quería preguntarte 
una cosa…

+Dime- estaba cada vez más nerviosa… aunque no sabía por qué.

De repente sonó su móvil.

-Lo siento tengo que cogerlo. Te llamo después y te cuento ¿vale?.

Me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo.

Entré de nuevo en la tienda con cara de no saber qué acababa de pasar. Y se me debía de notar muchísimo por que en cuanto Mac me vio me preguntó.

-¿Elen estas bien? Parece que has visto un fantasma…

+ ¿Qué? Oh, si, si, estoy bien.

-Bueno, ya hablaremos… que no me creo nada…

Con Mac no podía tener ni un secreto, siempre me los pillaba todos. Aunque ahora no había ningún secreto exactamente. Solo una situación extraña.

Cuando salimos de trabajar y terminamos de comer, fuimos a la universidad, teníamos dos horas de clases. Yo estuve todo el rato pensando en qué podía ser aquello que me tenía que decir Jay, y por qué se tuvo que ir tan rápido.

Pasaron los días,  Jay no llamaba, y yo, no iba a llamarlo a él. Si de verdad era importante lo que me tenía que decir me lo habría dicho ya, así que no sería nada relevante. Pero yo no podía dejar de pensar en él. 

Miraba aquella foto que me mandó cada día.

Por otra parte estaba Alex. Él sí que me llamaba. Él sí que buscaba mi atención. Así que unos días después del festival, que fue la última vez que nos vimos, quedé con él.

Quedamos en un restaurante japonés de la zona para comer sushi. Él iba muy guapo, yo, llevaba unos vaqueros y una camiseta vieja, con el pelo recogido.

+Estás hoy muy guapo.- le dije.

-Sin embargo tú siempre estás preciosa.- me contestó.

+Gracias. Vamos a entrar ya que me muero de hambre.

Apenas le eché cuenta a su piropo. No estaba para nada en ese momento. Sí, quería hablar con Alex, es más lo necesitaba, pero no conseguía sacarme a Jay de la puta cabeza, y eso me enfadaba muchísimo.

Durante la cena no hablamos sobre ningún tema importante. Pero en un momento, mientras yo hablaba sobre la película que había visto el otro día con Mac, y de lo malísima que era, Alex me interrumpió.

-Elena, no te he pedido que vengas conmigo a cenar para hablar sobre una película mala. Te he pedido que vengas por que te echo de menos. Y lo sabes. Y sé que tú también me echas de menos a mí. Te pido una y mil veces que me perdones por haber sido el capullo más grande del planeta. Solo quiero que vuelvas a mi lado. Te quiero.

Yo me quedé sin palabras. Estaba claro que echaba de menos. Le tenía muchísimo cariño, es más, lo quería, aunque no sabía si de la misma forma que él a mí. Y quieta no iba a salir de dudas. Además que pensara en 
Jay no significaba nada, simple curiosidad ¿no?

+Vale, yo también quiero tenerte a mi lado. Pero sin celos ¿vale?

-Claro que sí cariño. Y esta vez no te lo voy a prometer. Simplemente me limitaré a demostrártelo. Eso y todo lo que te quiero.

Me dio un pequeño beso en la boca y después nos fuimos del restaurante.

-¿Quieres que vayamos a mi casa?-me preguntó cuando salimos de allí.

+Creo que es mejor que lo dejemos para otro día, que mañana tengo que madrugar para ir a la universidad. 

Y tu también por cierto. Pero si quieres puedes subir un rato a casa.

-Me parece buena idea.

Subimos a casa. Cuando llegamos Mac estaba en el salón viendo la tele y comiendo un sándwich vegetal con atún.

+Hola gordi, ya estamos en casa.

-Hola cielo ¿estamos? ¡Ah, hola Alex!

+Nos vamos a mi habitación para no molestarte ¿vale?

-¡Vale, buenas noches!

+Por cierto, ¿se va a quedar Alex a dormir? Es que no me apetece ir mañana andando a la uni.

-No, solo se va a quedar un rato. Eres una floja. Buenas noches anda…

Entramos en mi habitación. Me quité los vaqueros por que estaba agobiada con ellos. Necesitaba sacármelos de encima.

-Hacía mucho que no veía esas preciosas piernas.- me dijo Alex mirándome de arriba abajo.

Yo seguía quitándome la ropa para ponerme una camiseta ancha y más vieja aún que la que llevaba para ponerme más cómoda.

Me tiré en la cama. Estaba agotada. Pero mentalmente.

-Échate aquí conmigo si quieres. Ponte cómodo.

Alex se tumbó a mi lado. No paraba de mirarme. Yo miraba el techo. Pero en aquel momento me di cuenta de que así no iba a poder avanzar con él, así que me giré y le besé.
Estuvimos un rato acariciándonos. No hicimos nada más allá de eso. Yo sabía que él quería. Pero yo no. Solo me apetecía que me abrazara y me besara. No era momento de lujuria.
Después Alex se fue. Lo acompañé a la puerta, me dio un beso y yo le di un gran abrazo.

-Buenas noches pequeña. Te quiero.

+Que descanses.- le dije poniendo una media sonrisa.

Cerré la puerta y me acurruqué junto a Mac, que seguía tirada en el sofá y que había visto nuestra 
despedida. Una despedida un tanto… diferente si se podía describir de alguna manera.

-Hola cari, me voy a echar aquí un ratito contigo que necesito contacto femenino.- le dije echándome en su hombro y tapándome con su manta.

+Claro que si gordi, échate. Y ahora, cuéntame que coño te pasa, a ver si piensas que soy tonta y que no me doy cuenta de las cosas.- me dijo con un tono incluso un poco amenazador.

-¿Qué? ¿A mi? Pero si no me pasa nada… estoy como siempre.

+Vale. Piensas entonces de verdad que soy tonta. A ver cariño, como te lo digo para no faltarte mucho al respeto- ella y sus formas cuando se cabreaba- al parecer no te das cuenta de la cara de gilipollas que tienes todo el puto día, pero la tienes. Estás todo el día en babia. Con el móvil en la mano como esperando que te hable o algo. No haces nada en todo el maldito día, no hablas conmigo, ni con Sam, ni con las chicas, ni si quiera con Alex. ¿Qué tienes en la cabeza Elen?

Mac sólo me llamaba Elen para las cosas importantes, para darme confianza. No sabía que hacer, por que ni siquiera yo sabía que coño me pasaba. Solo tenía una cosa en la cabeza…

-Jay. Bueno, no sé si es por él o no por lo que estoy así, pero estos días no he dejado de acordarme de él. La última vez que lo vi me iba a decir algo, pero se tenía que ir y me dijo que me llamaría y aún no lo ha hecho. Y me apetece hablar con él.

+Llámalo.

-No.

+Vale pues entonces, espérate y te aguantas mientras tanto.

-Eso hago.

+De todas formas yo creo que aquí hay algo más… y que tú no lo sabes todavía.

-Pues si no lo sé, creo que no quiero saberlo. Bastante tengo ya. Y encima ahora Alex.

+Pensaba que habíais hecho las paces. ¿Le quieres?

-Por eso mismo. No quiero volver a pelearme con él… pero no quiero dejar de hablar con otros tíos por que él no sepa controlar sus instintos de machito. Y a tu última pregunta paso palabra por que no tengo ni idea. A ver, claro que le quiero, pero quiero ver si puedo hacerlo de la misma manera que él me quiere a mí.

+Bueno, deja que pasen los acontecimientos y después decides. No te adelantes. Pero sé prudente.

-No me queda otra.

+Sabes que me tienes aquí gordi, no sé por qué no me usas para desahogarte.

-¿Entonces que estoy haciendo ahora?- le dije mientras le hacía cosquillas.

+Si claro, por que te lo he sacado yo, que me doy cuenta absolutamente de todo, todito, todo.

-Mac, ¿puedo pedirte algo?

+Lo que quieras…

-¡Un elefante de mascota! Ha ha ha, es broma… ¿podemos dormir juntas esta noche? No me encuentro muy bien y no quiero dormir sola…

+ ¡Trato hecho!

Sonreí.

+Me refiero a lo del elefante como mascota.

-Te quiero capulla.

+Venga vamos a dormir anda, que tienes una cara de zombie que no puedes con ella…

-Es lo que tiene parecerse a ti… todo lo malo se pega…-bromeé mientras la abrazaba.

La verdad es que Mac siempre me hacía sentir mejor. Debería haber hablado con ella antes.

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