Si tienes hambre, te la comes a besos.
Supe interpretar aquella corta palabra.
+Enano, quiero que me hagas un favor.
-Dime.
+Quiero que lo primero que hagas cuando te pongas bien sea
venir a hablar conmigo. Tenemos una gran charla pendiente.
-Vale. Pero no te puedo asegurar cuándo me pondré bien.
+Será antes de lo crees. Yo te voy a cuidar, bueno, todos lo
vamos a hacer. Y no te doy un abrazo por que te duele. Por cierto, recuérdame
que te eche la bronca también cuando estés bien.
-Sí jefa.- bromeó.
En aquel momento llegó Jeremy. Con su aura que desprendía
buen ambiente, calmándolo todo.
+ ¿Cómo estás Nathan? Bah… que pregunta más absurda. Te he
traído esto para que pases el tiempo mientras estás recuperándote.
Jeremy le había traído un montón de videojuegos. Estaba en
todo.
-Muchas gracias tío. Me harán falta. Me han dicho que tengo
que estar por lo menos tres días aquí metido y que después no podré ir a muchos
lados hasta que no me recupere del todo, así que adiós a las sesiones de fotos.
+Vaya putada, pero bueno, todo se supera. ¿Jugamos?
-Me apunto- dijo Tom.
+Yo también- dijo Siva.
Al final Max también se unió y los cuatro se pusieron a jugar
en el salón. Con Mac en el sillón.
Jay se subió a su habitación con Kelsey Ann, no sin antes
mirarme de arriba abajo, de una manera que no sabría describir bien, no sé si
era enfado o rabia. Pero yo no había hecho nada.
Nareesha tuvo que irse a una reunión de trabajo inesperada
que no pudo cancelar, aunque lo intentó cientos de veces. Kelsey y yo nos
fuimos a la cocina para hablar más cómodas.
Mientras tanto no paraban de llegarnos mensajes de Phill y
las chicas preguntando cómo estaba Nathan, nosotras intentamos tranquilizarlos.
-¿Crees que harán las paces?- me preguntó Kelsey.
+Eso espero…- dije no muy convencida.
-Por cierto, me gusta Jeremy.
+Gracias, a mi también, bueno a todos les gusta.
-A Jay no.
+ ¿Y? Me da igual su opinión.
-No estoy yo muy segura de eso.
+ ¿A qué te refieres Kels?
-Yo he notado, al igual que tú, cómo te mira. También me he
dado cuenta de la canción en el concierto y de la canción en la fiesta. Ele, no
soy tonta y tú tampoco.
+Eso no tiene ninguna importancia. Él está con Kelsey Ann,
lo sabes. Y creo que Jeremy y yo vamos en serio. Además, ni siquiera me apetece
hablarle.
-Tú sabrás… pero yo pienso igual que siempre… Además Tom me
dijo el otro día que…
En ese momento Kelsey Ann entró en la cocina.
+Hola Kelsey, hola Elena. ¿Sabes donde guardan los chicos el
zumo? Jay y yo tenemos sed… es que estamos viendo una película en…
-En la puerta del frigorífico.- dije interrumpiéndola.
No me apetecía escuchar su plan de enamorados. Gracias.
+Aquí está. Gracias. Bueno me subo otra vez.
Kelsey Ann llevaba puesta solo una camiseta de Jay, no hacía
falta que fueran tan explícitos en las indirectas, sabía perfectamente que lo
hacían.
Le preparé una taza de té a baby Nath y nos sentamos en el
suelo con los chicos.
Estuvimos pasando el rato mientras los chicos seguían con
los videojuegos. Mac siguió sin moverse ni hablar con nadie, tampoco le quitó
la mirada a Nathan por un segundo. Después nos despedimos de todos y nos fuimos
a casa. La conversación con Kelsey tendría que esperar para otro momento.
Como bien dijimos, fuimos a ver a Nathan todos los días, por
que los chicos sí que tenían que trabajar e intentar que nadie supiera lo que
le había pasado a Nathan.
Mac seguía en el mismo sillón, con la misma cara y sin decir
nada. Yo intenté entretener a Nathan, pero no podía hacer mucho. La situación
era un poco tensa, incómoda. Así que…
+ ¿Sabéis qué? Creo que me voy a cocinar… No me preocupo de que
os peléis por que como ni siquiera os habláis…
Me fui a la cocina, no sabía qué preparar así que me puse a registrar
a ver qué tenían, pero obviamente, en una casa de cinco tíos no pude
encontrarme más allá que medio limón y un suministro de cerveza para diez
meses. Así que decidí salir a hacer la compra, y si no se me ocurría nada
siempre podríamos comer limón a la cerveza.
-Chicos, me voy un momento a comprar.- les dije asomándome
por la puerta del salón.
Ninguno de los dos contestó.
Ahora la situación incómoda era entre ellos, pero lo preferí
así, a ver si por lo menos se dejaban de orgullos y gilipolleces de una vez por
todas y lo aclaraban todo.
Salí de casa y me fui a comprar. Bueno, a buscar un
supermercado.
Tras mi portazo la casa se quedó en silencio durante varios
minutos. Mac y Nathan se miraban pero no se decían nada.
Mac cogió el mando de la tele y la encendió, después volvió
a dejar el mando encima de la mesa. Al parecer, a Nathan no le gustaba lo que
Mac estaba viendo en la tele, por lo que cogió el mando a distancia y cambió de
canal. Después volvió a dejar el mando en la mesa. Mac, volvió a coger el
mando, y cambió de canal. De nuevo.
-Yo no quiero ver eso.- dijo Nathan.
+Ni yo lo que tu estás viendo.- Mac por fin habló.
-A mi me da igual eso. Estoy en mi casa.
+Y a mi me da igual que estés en tu casa. ¿Qué vas a hacer?
¿Levantarte y pegarme?
-No, para eso ya está Adam.
Aquello era una pelea de gallos a ver quién tenía el orgullo
más alto. Ninguno se quería rebajar. Gilipollas. La discusión se hacía cada vez
más acalorada.
Hasta que Nathan se
hartó.
-Vas de valiente pero al final eres igual de cobarde que
todos.- le dijo.
+Con lo de cobarde te referirás a ti ¿no?
-Si tú no te fueras con todos…
+Nathan, eres más gilipollas de lo que yo pensaba…
-Puede. Seré un gilipollas, un capullo, un idiota… pero yo
no niego que te quiero.
+ ¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE YO NIEGO QUE TE QUIERO?! ¡TE
QUIERO! ¡A VER QUIÉN LO ESTÁ NEGANDO AHORA!- A Mac le pudo su orgullo. Pero lo
dijo.
Los dos estaban de pie,
cara a cara.
+ ¡NO, VERÁS, YO ME REFERÍA A QUE….
Nathan la besó.
Aunque le dolía, la besó. Sabían que tenían que dejar de ser
tan cabezotas, se querían, no había buscarle escusas a aquello. Ya se vería lo
que pasa después.
Nathan se separó, Mac lo miró, y volvieron a sentarse donde
estaban antes de discutir. No dijeron nada desde ese momento.
La tele, estaba apagada.
Mientras tanto yo estaba con una duda existencial.
¿Macarrones o espagueti? Al final elegí tortilla, así compré una docena de
huevos.
Cuando estaba pagando en la caja, me encontré con una
verdadera sorpresa. Kelsey Ann estaba en la caja de al lado.
No me iba a acercar a saludar, y esperaba que ella tampoco
lo hiciera. Mierda, es estaba acercando. Intenté disimular y hacer como la que
no la había visto, pero no funcionó.
+Hola Elena. ¿Qué haces?- me dijo lo más simpática que le
salía.
-Montar a caballo ¿Qué coño crees? Haciendo la compra,
gilipollas.- menos mal que aquello solo lo pensé.
-Pues nada, comprando algo de comer para llevarle a Nathan.-
le dije con una sonrisa falsa.
+Que bien… bueno ya nos veremos.
-Espero que no sea pronto….- aquello también lo pensé.
-Sí, seguro. Hasta luego.
El camino a casa me lo pasé entero refunfuñando y hablando
conmigo misma mirando al suelo. No la soportaba. Joder.
No quedaban ni tres pasos para llegar a casa, solo tenía que
cruzar la acera. Pero no me habían contado que habían puesto un bordillo nuevo
en mi camino, y me caí. Bueno más que caerme, comí tortilla de acera, por que
todos los huevos se me rompieron encima, y me llené de pringue.
Lo que me faltaba.
Encima, cuando entré en casa y me asomé al salón, los vi tal
cual los había dejado.
+ ¿Ni siquiera os habéis inmutado? Que os den. Pues os voy a
decir una cosa… Nathan que sepas que Mac te quiere, pero está cagada, y tú Mac,
Nathan te quiere, pero está cagado de miedo.
Buenas noches. Me voy a dar una
ducha. Por cierto, si tenéis hambre, os coméis a besos. Se me ha roto la
comida, por si no lo habéis notado.
Estaba muy cabreada. Tenía todo el pelo lleno de huevo, me
acababa de encontrar con mi gran amiga, Kelsey Ann, y acababa de declararme a
Nathan y a Mac por ellos. ¿Algo más?
El agua ardía, y caía con fuerza. No me acordé de echar el
pestillo y entraron en el baño.
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