Tú.
El médico llegó y me dio a oler algo realmente fuerte, lo
que hizo que abriera los ojos. Allí me vi a un montón de personas, a Kelsey Ann
seria y a Jay llorando.
En cuanto vio que me desperté, me abrazó.
+ ¡Joder Elena, vaya susto me has dado!
Lo separé de mí.
-Déjame Jay. ¿Qué me ha pasado?
El médico alejó a la gente que tenía a mí alrededor para que
no me agobiaran.
+Se ha desmayado. ¿Ha comido algo hoy?- me dijo el doctor.
-No.
+Acompáñeme a enfermería, puede que haya sido una bajada de
tensión.
El médico me agarró del brazo y me llevó hasta la sala de
enfermería. Allí me tomaron la tensión, le conté lo que me había pasado y me
dieron un pastelito y una coca-cola, al parecer me había desmayado por un
ataque de ansiedad y una bajada de tensión por no haber comido nada.
Salí de la enfermería y Jay y Kelsey Ann me estaban
esperando.
+ ¿Estás bien? ¿qué te ha dicho el médico?- preguntó Jay
preocupado. Ahora era él el que estaba pálido.
Le miré con odio.
-Me ha dicho que me dejes en paz.- le dije mientras salía de
allí.
+Lo siento pero no. Espérate aunque sea a que lleguen los
chicos y Mac. Los he llamado cuando te he visto en el suelo.
-¡¿Qué?! ¿Eres idiota o qué?
+No, pero no sabía que hacer.
Estuvimos unos cinco minutos esperando a que llegaran.
Ninguno de nosotros habló durante ese tiempo. Yo me dediqué a comerme mi
pastelito.
Llegaron todos nerviosos y se acercaron a mi cuando me
vieron.
+ ¡Elena estás bien!- dijo Max abrazándome.
-No si me tiras el pastelito.- bromeé.
+Eres gilipollas, no hagas esas bromas.- dijo Mac
preocupada.
-Venga, vámonos a casa, allí estarás mejor.- dijo Jay
cogiéndome de la mano.
Entonces Mac lo apartó de mí.
+No la toques, no la mires y ni siquiera le dirijas la
palabra. Todo esto es por tu culpa.- le dijo amenazante.
Jay no dijo nada. Parecía que iba a llorar. Era una
situación verdaderamente incómoda.
-Mac, creo que es mejor que venga a casa, con nosotros. Va a
estar bien te lo aseguro.- le dijo Nathan tranquilizándola.
+Chicos, estoy bien, no exageréis.- dije intentando poner
calma.
-Tú deja que te cuidemos enfermita.- dijo Siva cogiéndome en
brazos.
+ ¡Siva bájame que me muero de miedo!
-¡No que sino te escapas!
Me llevaron al coche. Nathan y Max estaban a mi lado. Mac
estaba de los nervios.
Cuando llegamos a casa me senté en el sofá. Nathan me trajo
una manta y me acurrucó en sus brazos.
+ ¿Estás mejor?
-Si, no ha sido nada.
+Si que lo ha sido.
-Bueno, prefiero no hablar del tema.
+Vale, pero algún día tendrás que hacerlo. No se puede huir
eternamente.
Entraron en el salón Jay y Kelsey Ann y se sentaron en los
sillones de al lado. Estaban agarrados de la mano. No quería ni mirarlos.
+ ¿Cómo estás?- dijo Jay con tono triste.
-Estupendamente, para correr la maratón.- contesté.
+Nath, ¿puedes dejarnos solos un momento?- le preguntó Jay.
-No, quédate aquí por favor.- le pedí.
+Elena solo quiero hablar contigo.
+Podrías escucharle.- dijo Kelsey Ann.
-Y tú podrías callarte.- le contesté.
+Vale, pues cuando quieras hablar, llámame.- dijo saliendo
del salón- Pensaba que éramos amigos.
-Lo somos, por eso no tenemos nada que resolver.
+Como tú digas Elena.
Nathan nos acompañó a Mac y a mí a casa. Aquella noche se
quedaría con nosotras a dormir. Bueno,
mejor dicho, con Mac.
En cuanto llegamos me fui directamente a mi habitación. Me
dolía muchísimo la cabeza. Nathan y Mac se quedaron en el salón cenando y
viendo una peli.
Al día siguiente fui a clase y a trabajar como un día
normal. Ya me encontraba bien, o al menos eso me obligué a creer. Por dentro
estaba completamente vacía. Necesitaba algo nuevo, aire fresco.
Cuando estaba andando de vuelta a casa desde el trabajo me
llamó Max.
+ ¿Cómo te encuentras hoy mocosa?
-Perfectamente cielo.
+Vamos a salir esta noche a cenar fuera, ¿te apuntas?
-Claro que sí.
+Así me gusta. Te veo luego enana. Te quiero.
Mientras intentaba meter el móvil en el bolso por poco no
muero atropellada por una bicicleta. Se me salió el corazón del susto.
+ ¡Me he quedado con tu cara capullo!- le grité al chico.
Por la noche Siva y Nathan vinieron a recogernos a casa.
Iríamos a cenar a un restaurante típico de allí.
Cuando íbamos de camino,
Sophie me llamó por teléfono.
+Elena ¿vienes a comer
con nosotros verdad?
-Si, ¿por?
+Nada, nada, ya te lo
diré.
-No, no, dímelo ya.
+Ahora nos vemos.
Adiós guapa.
Nathan, Siva y Mac cuchicheaban mientras yo hablaba con
Sophie.
+Te lo vas a pasar genial esta noche.- dijo Siva.
-Si. Incluso más que eso.- contestó Mac.
Aquello era muy raro. No me fiaba ni un pelo. Me defendí
atacando.
+ ¿Mac y tú ya estáis juntos por fin Nath?
-No…
+Cállate Ele.- dijo Mac.
-Solo era una pregunta.
Llegamos al restaurante antes de que pudiera seguir la
conversación.
Allí estaban todos esperando, ellos dos también. Pero había
un chico al que yo no conocía.
Cuando me vieron salir del coche las chicas empezaron a
sonreír.
+ ¡Hola Ele! ¿Te encuentras mejor?- dijo Kelsey.
-Sí… ¿por qué estáis todos tan felices hoy?
Mac me cogió del brazo.
+Bueno, primero, te quiero pedir que no montes un
espectáculo ni te cierres en redondo doña cabezota. Y segundo, me gustaría que
te limitaras a disfrutar de la noche.
-¿De qué me hablas Mac?
+Ele, este es Jeremy, un amigo mío y de Laura.- dijo Sophie.
Mi cara no sabía reflejar lo que sentía en ese momento por
que estaba muy confundida, no sabía qué estaba pasando.
-¡Tú!- dije cuando le vi.
+ ¡¿Os conocéis?!
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