PHOENIX

martes, 8 de enero de 2013

CAPITULO 84

Mistletoe.

Nos dimos un fuerte abrazo, y le di un besito en la frente.

Jeremy había traído bebidas y una tarta con forma de muñeco de nieve para que nos la comiéramos todos juntos. Nos sentamos en la mesa para comernos el postre. Pasamos un gran momento, nos reímos y charlamos de todo, y como no, no faltaron los chistes de Max.

Me tocó fregar los platos del postre, mientras los demás empezaban la fiesta, pero si no lo hacía yo, no lo haría nadie.

Mientras enjabonaba los platos, recordé la canción que había estado escuchando antes en casa y me puse a cantarla, no estaba nada mal.

And I know though we're made our mistakes (Y, sé que cometemos errores)
But you're holding every breath I take (Pero me estás quitando toda la respiración)
Feeling this is more than fate (Sentir esto es obra del destino)
So please don't let me go my baby (Así que no me dejes ir nene)

En ese momento Max entró en la cocina, había ido a por algo de beber.

I try my best to get away from you so badly (Lo he intentado todo para alejarme de ti con muchas ganas)
Knowing that I'd give my heart to you so gladly (Sabiendo que te entregaría mi corazón con mucho gusto)
But then it came reality, (pero entonces llegó la realidad)
Every word of when she came to me ( a donde quiera que iba tu ibas junto a mi)
But now I gave myself to you (pero ahora que me he entregado a ti)
I'm so scared of what you're gonna do (tengo tanto miedo por lo que vayas a hacer)

Me sorprendió mucho que me siguiera la canción.

-¿Conoces esta canción?- le pregunté.

+Sí, está bastante bien, la verdad.

-No sabía que escuchabas esta música…

+Me la enseñó Jay, y me gustó.- dijo mientras volvía al salón con los demás.

¿Jay? ¿Por qué tenía que terminar saliendo en todas las conversaciones su maldito nombre?

No le di más vueltas al asunto, como me dijo Piere que hiciera. Recordé que quería llamarlo para felicitarle por Navidad y que aún no lo había hecho. Busqué mi móvil pero no lo encontraba, Jeremy me dijo que mirase en el coche, que podía estar allí.

Salí para buscar el móvil, no lo encontré, por lo que volví a casa. La puerta estaba cerrada. Llamé al timbre al menos tres o cuatro veces, pero no me oirían por la música, así que no tuve más remedio que sentarme en el escalón, lleno de nieve, a esperar a que me echaran de menos.

Mientras moría de hipotermia sentada en un escalón no pude dejar de pensar en quién sería el que escribía las malditas cartas, y por qué aquella canción, que además era pegadiza y no podía dejar de cantarla.

Entonces, vi mi salvación. Un coche estaba aparcando en casa. Era Jay. Vino hacia la puerta. Yo no le hablé por que no podía hacerlo, solo me puse detrás suya para que abriera la puerta. Estaba muy lindo con la puntita de la nariz roja por el frío.

-¿Qué haces aquí fuera con este frío?- me preguntó  seco.

+No tengo llaves y no oyen el timbre, abre tú.

-No he traído las llaves.

+ ¿En serio? Pues nada… ¿tienes tu móvil ahí?

-¿Para qué?

+Para llamar mientras a Piere.

-No.

+Jay, déjamelo, por favor.

-No.

+Gracias.- dije con sarcasmo.

Fui a sentarme de nuevo en el escalón pero él me agarró del brazo impidiéndomelo.

+ ¿Qué pasa ahora, Jay?

Él miró para arriba.

+ ¿Qué?

-¿Qué hay encima nuestra?

+Un muérdago ¿por?

Me trajo hacia él agarrándome de la cintura y me dio un beso en la comisura de la boca. Yo me quedé paralizada ¡¿Pero qué coño pasa aquí?!

+ ¿Has escrito tú las cartas?

-¿Qué cartas?

+Las que me han estado mandando.

-Elena, yo no pierdo mi tiempo. Y menos en escribirte a ti cartitas.- dijo mientras llamaba a la puerta.

Nathan abrió y él entró sin decir nada. No tenía buena cara y Nathan lo notó, así que me metió en el baño de la primera planta.

-¿Qué ha pasado?- me dijo preocupado.

+Nada.

-Ele…

+Nada, joder…- dije saliendo de allí- por cierto, quitad la maldita esa planta de la puerta.

Nathan vino detrás de mí y me agarró.

+Nathan, por favor. -Estaba a punto de llorar.

Me abrazó. No me hizo falta nada más. Entonces sonó mi teléfono. Lo tenía en el bolsillo de los pantalones. Era Piere.

-¡Es broma ¿no?!- le dije aun emocionada.

+ ¿Qué ha pasado?

-Estaba buscando el teléfono para llamarte.

+Pues me he adelantado.- dijo riendo.- Feliz Navidad Madeimoselle, espero que esté siendo un gran día.

-Bueno… ha tenido un poco de todo… ya te contaré. Feliz Navidad a ti también.

Estuvimos hablando un rato más, y después volví con los demás. Ya era hora de que empezara la fiesta para mí.

En cuanto entré en el salón le di un beso a Jeremy. Él me cogió en brazos. Me encantaba que hiciera eso. Me lo habría comido a besos una y otra vez.

Bailamos, reímos, cantamos y sobretodo… bebimos.

Mientras todos bailaban yo estaba hablando con Kelsey Ann sentadas en el sofá, mientras nos tomábamos algo.

-¿Cómo te lo has pasado en París?- me preguntó.

+Pues muy bien, Piere es un gran amigo…

-¿Vas a irte de vacaciones a alguna parte con Jeremy?

+Pues la verdad es que no hemos pensado en eso… ¿tú te vas a algún sitio?

-La verdad es que sí. Cuando volvamos de ver a su familia, me dijo que le gustaría que nos fuéramos solos de viaje. Algo más íntimo… que pudiésemos estar solo él y yo… es tan romántico… creo que el chico perfecto…

Mientras ella me decía lo maravilloso que era Jay, yo recordaba el beso que me acababa de dar en la puerta.

+Me alegro mucho de que os vaya tan bien…- mentí. No me alegraba en absoluto.
Jeremy se sentó junto a mí.

-¿Puedo enterarme de vuestra conversación de chicas?- bromeó.

+Claro que sí, guapo- dije acariciándole la cara- la rubia op… Kelsey Ann me estaba contando que se va a ir de vacaciones con Jay cuando vuelvan de ver a su familia.

-¡Vais bastante en serio por lo que se ve! Aunque lo del viaje es una buena idea.

Me senté en sus rodillas.

-¿Te gustaría que nos fuésemos de viaje tu y yo?- me susurró al oído.

+Eso no hace falta ni que se pregunte.- le dije mientras le besaba.
Jay se sentó con nosotros. Yo no le eché mucha cuenta, no me había vuelto a hablar en toda la noche.

-Les estaba contando que nos vamos a ir juntos de viaje cuando volvamos de casa de tus padres.- le dijo Kelsey Ann sentándose también en sus rodillas.

+La verdad es que es una gran idea… a mí también me gustaría irme con Elena de vacaciones.- le dijo Jeremy.

-¿Por qué no nos vamos los cuatro juntos?- propuso Jay.

+ ¡¿Qué?!- gritamos las dos a la vez.

-Digo que podríamos irnos los cuatro juntos…

+A mí me parece bien.- dijo Jeremy.

Le miré con cara de asesina, pero no surtió mucho efecto. Al final, los dos se quedaron hablando del viaje y Kelsey Ann y yo… bueno, decidimos acabar con la botella de vodka.


Las consecuencias que tenía con el vodka siempre eran las mismas. Me ponía muy, muy cariñosa.

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