PHOENIX

domingo, 3 de febrero de 2013

CAPITULO 1O4


La razón que menos te duela.

Jay se quedó un momento callado. Pero no miró al suelo, miraba a Jeremy fijamente a los ojos,  ni mucho menos pensó la respuesta. La tenía bastante clara, lo único que dudaba era si era buena idea o no decirla. Desde que nos conocíamos no se había arriesgado, pero aquel momento lo hizo.
Jay contestó con todo su corazón.

+No sabría decirte cuánto.

Jeremy no contestó. No estaba claro a quién de los dos le dolía más aquella respuesta llena de verdad.

Entre tanto silencio escuché algo de ruido. Los calmantes estaban perdiendo su efecto, me dolía todo el cuerpo, no veía bien, solo figuras borrosas y mucha luz. Recobraba el conocimiento poco a poco.

-¿Je… Jeremy?- dije en un hilo de voz.

Jeremy se acercó rápidamente y me besó la mano. Me acariciaba el pelo mientras se le escapaban lágrimas agridulces. No pudo resistirse a darme un abrazo. Pero dolía.

+Buenos días preciosa.

-Buenos días guapo.

+Ya quisiera yo que fueran buenos…- dijo algo triste.

-¿Qué te pasa cariño? ¿Dónde estoy?- todavía estaba muy desorientada.

+ ¿No recuerdas nada? Menos mal… Te han atropellado, Elena. Cuando venías para casa…- cada vez le costaba más hablar.- Llevas tres días ingresada y sedada.

-Por eso me duele todo… ¿Has estado aquí todo el rato?

+Claro que sí preciosa.

-Eres un cielo, no hacía falta.

Mientras nosotros hablábamos Jay nos miraba desde la esquina de la habitación, pero yo estaba tan aturdida que no fui capaz de verlo. Con una mezcla de enfado, alegría y tristeza se fue dando un portazo.

-¿Quién era?

+Nadie…

-Me pareció ver a… bueno da igual.

+Elena, tenemos que hablar.- su cara y su tono de voz hizo que me asustara. Mucho.

No quería una mala noticia. Si me había quedado sin piernas o algo parecido, no me apetecía saberlo en ese momento. Y si era algo peor, menos todavía.

-Me duele mucho la cabeza. Por qué no te echas aquí conmigo, estoy cansada… mañana hablamos, ¿vale?

+Lo siento Elena, pero mañana no voy a estar.- dijo con los ojos empañados.

-¿Cómo? ¿Te vas? ¿Tienes que cuidar de la pequeña Gigi? ¿Cuándo vuelves?

+No Elena, no tengo que cuidar de Gigi. Y no voy a volver.

-Jeremy no entiendo nada.- De repente todo me dolía aún más. Sobretodo el corazón.- ¿Dónde está Mac? Quiero verla. Quiero irme a casa…- me puse a llorar.

+Primero, quiero que me escuches.- dijo apretándome la mano con fuerza y clavando su mirada en la mía.- Te quiero.

Fue el te quiero más doloroso que había escuchado nunca. Y eso no que no había oído muchos. Sobre todo, tan sinceros como el suyo.

-Y… ¿Qué pero viene ahora?

+Pero tú no puedes seguir conmigo.

-¿Qué? ¿Cómo? No digas tonterías Jeremy… estás empezando a cabrearme… Claro que puedo seguir contigo, ¿por qué no iba a poder?

+No, Elena.

-¿Es por Cris?- dije con una risa nerviosa.

+No, no es por ella.

-¿Entonces, Jeremy?

Tardó en contestar. Pero él no era un cobarde. Sabía que de cualquier forma contestaría.

+Es por el motivo que menos te duela.

-No, Jeremy por favor, necesito que me des una explicación razonable… Si todo iba bien…- cada vez lloraba más.

+No me lo hagas más difícil por favor.

-Pero si yo te qu…

Me cortó antes de poder decir nada.

+Lo sé, pero, hay cosas que no pueden ser.- dijo apretando los ojos.

-No te vayas de mi vida. No quiero que te vayas de mi vida.

+No me voy a ir preciosa, siempre, repito, siempre, voy a estar a tu lado, aunque ahora necesito un tiempo para recuperarme y aprender a vivir sin ti. Entiéndeme, o al menos, inténtalo.

Sabía que no había marcha atrás ni forma de convencerle.

-Lo intentaré.

+Adiós Elena, mejórate preciosa. Te quiero.- me dijo besándome por última vez.

Aquella fue la situación más difícil por la que había pasado. Las heridas ya no dolían. No esas exactamente.

Jeremy salió llorando de la habitación. Yo no podía ir detrás de él. Lo único que podía hacer era llorar mientras veía cómo se iba sin motivo, y sin saber si volvería o no.

Busqué mi teléfono y llamé a Mac. No lo cogió. Pensé que estaría con Nathan, así que lo llamé a él, pero tampoco lo cogió.

¡Dónde coño estaban todos cuando les necesitaba!- pensé, justo en el momento en el que me llamaba Max. Gracias Karma.

-Hola mocosa. ¡Ya estás despierta!

En cuanto escuché su voz me puse a llorar aún más.

-¿Por qué lloras Elena?

+Sácame de aquí Max- dije entre sollozos.

-Voy para allá.

Max llegó en menos de diez minutos al hospital. Me preguntó dónde estaban Jeremy y Jay. ¿Jay? Llevaba sin saber de Jay desde que me fui de su habitación. Ni siquiera había preguntado por mí.

Con muchas pegas del médico conseguí que me dieran el alta voluntaria, y Max por fin pudo sacarme de allí.

Pensé que iríamos a mi casa, pero me llevó a casa de los chicos. La casa estaba completamente desierta, y echaba de menos verles. Los necesitaba más que nunca.

Max me sentó en el sofá y me rodeó de cojines y mantas para que estuviera cómoda.

-Te quedarás aquí unos días hasta que te pongas bien del todo ¿vale?

+Max, yo me quiero ir a casa.

-Lo sé mocosa, pero vas a estar mejor aquí. Yo te voy a cuidar.- me dijo con una gran sonrisa.

Max estuvo cuidándome muy bien durante todo el día, incluso me ayudó a bañarme, cosa que le dije que yo podía sola, y con lo que insistió muy firmemente.

Estábamos sentados en el sofá antes de ponernos a ver una película.

-Max.

+Dime mocosa.

-Jeremy me ha dejado.

+Lo sé.

-¿Lo sabes?

+Sí, me llamó llorando cuando salió del hospital diciéndome que ya te habías despertado, por eso te llamé al móvil.

-¿Te dijo algo más?

+Sí, que te cuidara bien.

Volví a ponerme a llorar.

+No te preocupes mocosa… si tienes que llorar, llora. Llegará el momento en el que no lo necesites más.

-No estoy muy segura.

+Ya verás como sí.

Me acurruqué con él y empezamos a ver la película, cuando Tom, Kelsey, Siva y Nareesha llegaron.

-¡Elena!- gritó Kelsey cuando me vio.

+ ¡Estás aquí!- dijo Siva.

-Venimos del hospital, íbamos a hacerte una visita, pero nos dijeron que habías pedido el alta voluntaria.- dijo Siva.

+Es una cabezota, ya lo sabéis.- dijo Max.

Ya había visto a Tom, a Kelsey, a Max, a Siva, y a Nareesha. Me faltaban tres muy importantes.

-¿Dónde están Mac y Nathan?- pregunté seria.- No sé nada de ellos y no me cogen el teléfono.

Todos estaban muy serios.

+Mac y Nathan han ido a… están con Martín y Jayne.- dijo Max nervioso.

Aquello sonaba a mentira, pero bueno.

-Y… Bueno… ¿Jay?

Nadie me quería contestar.

1 comentario:

  1. ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
    Estoy así: http://annie-aine.tumblr.com/post/42209946035

    ¡ERES MALA, NOS HACES SUFRIR!

    Where's Jay? Y encima no podrán llamarle por teléfono porque el muy imbécil lo ha roto xD

    Espero que a Jeremy le vaya bien y que Jay aparezca.


    Ti lof musho

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