PHOENIX

viernes, 28 de septiembre de 2012

CAPITULO 6



Entonces fue cuando empezó a besarme el cuello mientras me agarraba la cintura. Parecía que conocía todos mis puntos débiles. Me arrastró mientras nos besábamos hasta el sofá que tenía junto a la cristalera donde se veía el chaparrón que estaba cayendo sobre la ciudad. La música seguía sonando. Se tiró encima de mí. Me quitaba la ropa muy deprisa pero nunca dejaba de besarme. Cuando volvió a mi boca, le quité la camiseta e intenté quitarle los pantalones aunque no podía sin su ayuda. Mi piel ardía, la suya también. Y sabíamos la única manera de solucionar aquello. Estuvimos haciéndolo durante más de una hora, unas veces mandaba yo, y otras él pero el ritmo y la pasión no variaba.



Cuando nos calmamos nos quedamos tumbados en el sofá, yo acurrucada entre sus brazos mientras le acariciaba.

+ ¿Qué acaba de pasar?- le dije.

-Lo único que quería que pasara.- me contestó. Respuesta que para mi era más que suficiente.

Después nos quedamos un rato en silencio. Yo seguía admirando aquel maravilloso lugar, él me miraba a mí.

-Elena.-me llamó susurrando.

Lo miré en forma de contestación.

-¿Puedo?- me preguntó.

+ ¿Qué si puedes que?-le dije extrañada.

Entonces cogió su polaroid y me hizo una foto.

+No te dije si podías o no.- le dije sonriendo.- ahora voy a tener que hacer yo lo mismo.- cogí su cámara y me senté encima suya para sacarle una foto.

Me quedé un rato observándolo por la mirilla de la cámara. La verdad es que era guapísimo. Me dejaba completamente en babia.

+Eres perfecto para la cámara.- le dije sin pensar.

-Tú lo eres para la vista. – me contestó sonrojándome.



Cuando estábamos esperando a que se revelaran las fotos mí móvil sonó. Era un mensaje de Mac preguntándome dónde nos habíamos metido, estaba muy preocupada. Así que miré la hora.

+ ¡Dios qué tarde es!-dije mientras intentaba vestirme torpemente.

-¿Qué pasa? ¿Qué hora es?- me preguntó asustado.

+ ¡Son mas de las 2! Y habíamos quedado con Mac a mediodía estará que se sube por las paredes, además me he perdido el día de presentación. Soy una estúpida…-le dije medio enfadada.

-Elena yo… lo siento.-me dijo Alex cabizbajo- sólo necesitaba estar contigo a solas.

+ ¡Y no podías haber elegido otro momento! ¿Querías acostarte conmigo no? Ea pues ya lo has conseguido.- Medio gritaba mientras terminaba de vestirme. – Si tú no vienes yo me voy sola, adiós.

-¡Elena!- me dijo antes de que saliera por la puerta.

+ ¡¿Qué?!- le grité.

-Nada, solo te iba a decir que llevabas los pantalones del revés y que lo siento mucho. Tranquila, estarás en la facultad antes de que te des cuenta.- dijo algo entristecido.

+ ¡Joder!- exclamé enfadada- vámonos ya…

El camino hacia la universidad fue muy frío pero sobretodo callado. Hasta que de repente Alex frenó en seco, me miró y me dijo:

-¿Por qué piensas que lo único que quería era acostarme contigo? ¡No es así sabes! Si sólo quisiera eso lo habría hecho la noche que nos conocimos, que con lo borracha que ibas habría sido como quitarle un caramelo a un niño. Pero no, no quiero eso Elena, quiero más.

No contesté. Le di una bofetada y salí de aquel coche sin despedirme. No volví a verlo en todo el día. 

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