PHOENIX

lunes, 10 de junio de 2013

CAPITULO 124

Tenemos que hablar.

-Elena- me dijo mirándome fijamente a los ojos- tengo que decirte que he venido aquí principalmente por ti. Te he echado de menos cada segundo que no he estado contigo.

+ ¿Por qué te fuiste entonces?- necesitaba tener respuestas ya, no habría otro momento.

-Déjame que te lo explique todo en orden. Primero ¿Cómo os va a Jay y a ti?

+ ¡¿Qué cómo nos va a Jay y a mí?!- dije enfadada- ¡Te pregunto que por qué me dejaste sin decir nada ¿y me preguntas cómo estoy con Jay?! No te entiendo Jeremy… parece que me estás tomando el pelo…

-Necesito saberlo.

+Pues somos amigos Jeremy, igual que cuando te fuiste, siempre hemos sido amigos, aunque hayamos tenido nuestras etapas.

-¡Cómo que soy amigos!

+Sí... no sé qué te extraña…

-Este tío no es normal…

+Sí, bueno, no lo es, pero todos le queremos así.- bromeé sin sentido.

-A ver Elena, te lo voy a explicar todo lo más claro que pueda, e intentando que me duela lo menos posible…

+Jeremy, me estás asustando.

-Escucha. Contigo he pasado los mejores momentos de mi vida, y nadie será capaz de sustituir lo que tú has sido para mí, ni siquiera acercarse, pero me fui porque cuando tú quieres a alguien, no importa tú felicidad, sino la de la persona a la que amas. Yo veía más que un futuro a tu lado, pero no podíamos estar juntos.

+ ¡No puedes decirme que me quieres y que ves un futuro junto a mí y después que no podemos estar juntos!- dije enfadada.

-¡Déjame hablar! Sólo tienes que escucharme. Elena, tú no ibas a ser feliz junto a mí, aunque me duela admitirlo.

+Pero…

-¡Calla! El día que tuviste el accidente estuve a punto de perderte, y cuando te recuperaste no quise volver a tener esa sensación jamás, pero cuando os vi, me di cuenta de que realmente nunca te había tenido como para poder perderte.

+ ¿Qué viste a quién?

-Elena por favor déjame terminar. Él estuvo a tu lado desde el primer momento, y cuando entre dos personas existe algo tan fuerte como lo vuestro, uno tiene que quitarse de en medio y dejar que las cosas sean como tienen que ser. Él te quiere, pero tiene tanto miedo a tenerte como a perderte, pero no solo me lo dijo aquella noche en el hospital, sino que lo ha estado gritando en silencio todo este tiempo, incluso sin darse cuenta.

+No sé de qué me hablas Jeremy, con decirme que ya no me querías o incluso que habías encontrado a otra persona habría bastado.

-Ya tendrá sentido todo lo que te acabo de decir. Ahora déjame pedirte perdón por haberte hecho daño, y espero que al menos podamos tener una buena relación.

Sin darnos cuenta habíamos vuelto a la fiesta.

+Jeremy, pero yo… te quiero.

-Sé que me quieres, pero ¿a quién amas?

+ ¿Amar?

- Sí, ¿quién rompe tus esquemas? ¿Por quién haces cosas que pensabas que nunca harías? ¿Por quién sientes cosas que jamás sentiste? ¿Quién es el único que puede hacerte reír después de haberte hecho llorar? ¿Quién te ha hecho sacar partes de ti que ni tú sabías que tenías? ¿Por quién harías la mayor de las locuras? ¿A quién amas, Elena?

Mientras hacía todas aquellas preguntas, buscaba a tan solo una persona de las cientos que había bajo aquellas enormes carpas, y me preguntaba si él era la solución a todas aquellas incógnitas.


Después miré a Jeremy.

-No hace falta que me contestes, yo ya sé cuál es la respuesta. Vamos a disfrutar de la fiesta, Nareesha y Siva se lo merecen ¿no?- dijo sonriendo.

No contesté, no tenía palabras, ni podía articular alguna. Él lo notó, como siempre iba un paso por delante de mí, y me dio el abrazo más reconfortante que me habían dado nunca.

Y aunque tenía el maquillaje un poco estropeado por culpa de alguna que otra lágrima, volvimos a la fiesta mejor que nunca, y disfrutamos de aquel día tan especial.

Bailamos, bebimos, comimos y reímos. Incluso Nareesha tiró el ramo entre las solteras, y aunque yo no me puse para ser una de las participantes para coger el ramo, me dio en toda la cara antes de que Kelsey se abalanzara como una tigresa para cogerlo. Y como no, todos se rieron de mí. Incluida yo.

La noche llegó, y ya era hora de que los novios comenzaran con su noche mágica y su luna de miel.

Siva y Nareesha fueron al hotel convertidos en marido y mujer en un coche de novios.

Los chicos, como era habitual en ellos querían continuar con la fiesta en otra parte, pero yo no podía sacar más fuerzas de ningún sitio, había estado semanas ayudando a Nunu, y estos últimos días habían sido más que agotadores, así que decidí volver a casa y hacer la segunda cosa más placentera que existe después de ponerte unos tacones. Quitártelos.

No estaba muy segura de qué hora era, pero sí de que eran más de las cuatro de la mañana. Y, aun teniendo la casa para mí sola, y después de todo lo que había pasado, no era capaz de dormirme.

Me puse un pijama cómodo, me recogí el pelo y cogí helado de tres chocolates y cuál adolescente de película americana, ahogué mis penas en exquisitas calorías mientras veía una película de amor.

Pero, cuando iba por la mitad de la película y mientras pensaba en Nareesha y Siva y lo felices que seguirían siendo, llamaron a la puerta.

Me asusté, porque había un silencio relativo en casa y pegué un pequeño grito.

Pensé que sería Mac, aunque por otro lado, me extrañaba que no se quedara con Nathan… estaba dudosa porque no podía ser nadie más.

-¿Quién es?- dije incluso asustada.

Podía ser un ladrón, o un violador.

-Los ladrones no llaman al porterillo, idiota.- pensé en alto.

+ ¿Ladrones?-rieron al otro lado del porterillo- Soy Jay, idiota. ¿Me dejas subir? Te juro que no me llevaré nada.

-¡Eres tú Jay!- dije aliviada- sube.

-Espera…-volví a pensar en alto- para qué habrá venido a estas horas…

No tardó nada en llegar a casa. Le abrí la puerta aún extrañada de que no estuviese con los demás.

-Siéntate.- dije mientras iba a la cocina.- ¿Quieres una copa?

+ ¡Vale! ¿Qué estabas haciendo, viendo una película de amor?

-Sí, y comiendo helado de chocolate.- dije mientras colocaba en la mesa los vasos y la botella de tequila.

+Empiezas fuerte.- dijo él.- me gusta.

-¿Por qué has venido?- dije sirviendo el primer chupito.- ¿Estás borracho ya?

La verdad es que si lo estaba, no lo parecía. Llevaba el traje impecable, y aquellos rizos alocados pero en orden. No parecía que llevara de celebración todo el día.

+Los chicos querían seguir bebiendo y yo no quería seguir más con la fiesta, y tu casa estaba más cerca que la mía. ¿Por qué no has ido con los demás? Te has vuelto muy pronto…

-He tenido unos días agotadores y no podía con mi cuerpo.

Nos bebimos el primer chupito de tequila, y después el segundo.

+ ¿Qué película estabas viendo?

-Pues, estaba viendo The Holidays, es de Cameron Díaz y Jude Law.

+ ¿Terminamos de verla?

-Vale. ¿Último chupito?

+Claro.

No fue uno, fueron tres. Pero no estábamos mal. Entramos en calor.

Él se sentó a un lado del sofá, y yo al otro. Antes de ver la película le expliqué un poco la trama, y después, me arrebató mi litro de helado de las manos. Pero no me importaba.

Mientras veíamos la película, no podía evitar mirarle de reojo y recordar lo que había hablado con Jeremy aquella tarde.

Y, en la parte en la que Cameron Díaz se entera de que Jude Law tiene dos hijas y ya estaba llorando como una niña pequeña, Jay apagó la tele.

-¿Qué haces, Jay?

+Elena, no he venido por lo que te dije antes. Estaba con los chicos, pero en realidad solo he sido capaz de pensar en una única cosa.

-No te entiendo…


+Tenemos que hablar.

1 comentario:

  1. Waaaa!
    Siempre me dejas con la intriga!!!!
    jaja muy buen cap :D


    @Sara_CRC

    ResponderEliminar