CAPITULO 121

Excusas.

Nos separamos rápidamente para ver quién nos acababa de pillar.

-Max, yo… lo siento… de todas formas te lo puedo explicar ahora mismo si quieres.-le dije nerviosa.

+Max, no es lo que parece…-dijo Jay.

Le di un codazo porque era exactamente lo que parecía.

+Bueno, sí es lo que parece…

+Vosotros dos- dijo Max serio- ¿habéis hablado ya de todo lo que tenéis que hablar?

-Pues… la verdad es que no… eso íbamos a hacer ahora mismo.

+Pues tarde porque ahora tenemos que hablar tú y yo mocosa.-me dijo cogiéndome del brazo- Y hacedme un favor, no hagáis más las cosas al revés, que estáis empezando por el final… y ya sabéis que eso no acaba bien.

Subimos a casa rápidamente. Max estaba muy raro, miró alrededor como buscando algo, yo mientras me senté en el sofá.

-¿Está Mac en casa?- me preguntó.

+Pues no… debe de estar con las chicas ¿por qué?

-Vale. Primero, tú y yo ya hablaremos de lo que acabo de ver, pero no he venido a esto. Verás, sé algo sobre Hayley.

+ ¿Quién?

-La novia de Nathan.

+Ah, esa. Bueno, dime.

-He estado hablando con Nathan, y, al parecer la versión que le han dado a Mac no es exactamente como le han hecho creer.

+ ¿A qué te refieres, Max?

-¿Cuál es la versión que te ha contado Mac?

+Mac me dijo que Nathan se acostó con Hayley en la fiesta y que por eso ella se fue con John…

-Vale pues… no es así. Nathan no se fue con Hayley aquella noche, es todo mentira.

+ ¿Cómo sabes eso?

-Lo he hablado con Nathan esta mañana.

+Entonces… ha sido por culpa de Hayley…- dije furiosa.

-Exacto.

+ ¿Me das permiso para matarla?

-No. Tenemos que hablar con los tres tranquilamente.

+ ¿Y para torturarla?

-Elena…

+ ¿Ni un poquito?

-Deja de meterte en broncas que últimamente ya has tenido bastante.

+Bueno… lo intentaré, pero que sepas que ganas no me faltan, que ellos dos están mal por culpa de esa.

Después de hablar un rato más acerca de qué le diríamos, salimos a cenar con Roberto, que ya le quedaba poco tiempo en la ciudad, pasamos un buen rato a pesar de las ganas que tenía de darle una paliza a esa Hayley.

Cuando Roberto y yo llegamos a casa vimos a Mac con una sonrisa enorme en su cara, cosa que llevábamos bastante tiempo sin ver, bueno, no habíamos visto una sonrisa en Mac, ni a Mac.

-¿Y esa cara de felicidad?- le pregunté extrañada.

+Sonríe sin motivo y todos se preguntarán por qué.- me dijo ella cogiendo un yogur del frigorífico.

-¿Vemos una película chicas? Os invito a mi comodísimo sofá.- dijo Roberto.

+ ¡Vale!- dijo Mac simpática.

-¿Tienes fiebre?

+No… Solo que estoy feliz, Nunu se casa… ¡con Siva!

-Ya…- que mal mentía.

Vimos la película, y a mitad de esta, Roberto y Mac ya estaban dormidos, pero yo era incapaz de no terminar de ver una película, aunque no me gustara. Pero, cuando estaba a punto de rendirme e irme a la cama vi que mi móvil se iluminaba.

-Supongo que tendremos que hablar con Max…

+Sí, aunque no hemos hecho nada malo. No te sientas mal.

-No me arrepiento de lo que he hecho… Te dejo dormir que es tarde, solo necesitaba una excusa para decirte buenas noches.

+Para eso no necesitas excusas… Buenas noches Jay.

-Que descanses pequeña.

Me sentía bien, aunque no hubiera hablado con él, nuestra relación estaba mucho mejor, sin discutir, sin pelearnos, ya no lloraba más por él… ni por mí.

Las siguientes semanas fueron muy extrañas, llenas de trabajo, todo el día de un lado para otro, los chicos ocupados grabando y escribiendo las nuevas canciones para el nuevo disco, alguna que otra noche de fiesta con Roberto, las pruebas del traje de Nareesha, los miles de preparativos de la boda que le prometimos que le íbamos a ayudar a organizar… y todo eso hizo que él y yo no tuviéramos ni un segundo libre para poder hablar de una vez por todas.

Ese día tenía miles de cosas que hacer. Tenía que acompañar a Nunu a la última prueba del vestido de novia, revisar que todas las cosas estaban a punto para el grandioso día que sería aquel sábado, mejor dicho, en tres días, aquel mes había pasado demasiado rápido y tenía la sensación de que no me había dado tiempo a nada. Además, Roberto volvería a Milán al día siguiente, y quería que tuviera una noche especial en su último día en Londres.

Fuimos todas las chicas a aquella preciosa tienda para que Nareesha se provase su vestido, le seguía quedando perfecto.

-Chicas, no sé si os habéis dado cuenta con tantas cosas que hemos tenido que hacer en este tiempo pero… vosotras no tenéis qué poneros…- dijo Naree.

+ ¡Es verdad, que vamos a hacer! ¡¿Dónde vamos a poder encontrar un vestido para las tres en dos días?!- dijo Kelsey con un ataque de pánico.

-Kelsey, tranquila, te recuerdo que estamos en una tienda donde venden trajes de novia… y de damas de honor también cariño.- le dije intentando calmarla.

-Bueno, como sabría cuál sería más o menos vuestra reacción, me tomé la libertad de elegir unos cuantos modelos que creo que os gustarán… después podéis poneros de acuerdo entre vosotras y elegir el que más os guste a las tres.

La dependienta sacó del armario tres vestidos diferentes, los tres preciosos y con ese estilo propio de Nareesha. Era una elección imposible.

Las tres nos probamos uno de los vestidos para poder elegir, después nos lo cambiamos para ver cuál era el mejor, y, como no terminábamos de ponernos de acuerdo, Nareesha nos sugirió una idea.

-Chicas, para no estar aquí hasta mañana sin ponernos de acuerdo podemos hacer una cosa. Si lo que no os termina de gustar es el largo del vestido o el color, podéis elegir el vestido que más os guste a las tres y personalizarlo, es decir, si a las tres os gusta este color, lleváis ese color y el vestido pues podéis modificarle el largo o algún otro detalle.

+Como se nota que sabes Nunu…-le dije dándole un beso en la mejilla.

Finalmente nos pusimos de acuerdo.

-Ele- me dijo Nareesha sentándose en el sofá- creo que deberías saber algo antes de que te encuentres la sorpresa el día de la boda.

+Sea lo que sea yo no he sido.- dije.

-No Ele, es serio…. Verás… Siva y yo nos llevamos muy bien con él y… al fin y al cabo nos hicimos buenos amigos de él y… pues… hemos invitado a Jeremy a la boda, espero que no te importe.

Me quedé fría.

+Claro que no me importa Nareesha- dije mirando al suelo- vosotros sois amigos  de él igual que de mí, y es justo que vaya, aunque no digo que no se me vaya a hacer extraño volver a verle desde que se fue… por que no he sabido nada de él desde entonces… pero es tu día y lo haré por ti… intentaré comportarme como si nada ¿vale?

-Gracias Ele.- dijo dándome un abrazo.

+Pues… ahora que lo decís… yo también tengo algo que deciros antes del día de la boda.- dijo Mac.

-¿Qué te pasa?- dijo Kelsey.

+No me pasa nada… solo que… no voy a ir a la boda…

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?! – gritamos las tres.

+Me voy a vivir a Milán… o al menos por un tiempo…- dijo Mac.